Pluton

Las pruebas de que Plutón sí es un planeta

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Plutón es el último planeta descubierto de su sistema solar y por supuesto, como todos los demás, lleva el nombre de un dios mitológico. Es bastante paradójico, que dicho dios sea el mismísimo Hades, si se toma en cuenta la historia compleja del planeta. Porque se sabe que la historia de todos los planetas amparados por el colosal sol amarillo, ha sido turbulenta; pero nunca como la de Plutón.

A este pequeño y fascinante astro, le ha tocado ser a veces el último y en otras no serlo; incluso le ha tocado conformarse con esperar por años una reclasicación. Por otro lado, y para completar la confusión, tuvo que pelerase el puesto con unos recién aparecidos planetas, llamados enanos, a los que además tuvo que prestar su nombre para clasificarlos; y a él junto con ellos.

La interesante historia de Plutón

Obviamente, la óptica humana es la inspiradora del breve relato contado, y también lo es la historia real que lo origina. Esto se debe a que, precisamente ha sido el ser humano con su proceso de análsis y definiciones astronómicas, el que ha puesto a Plutón en esos aprietos. Pero ojo, también se debe al esfuerzo humano el descubrimiento de este impactante planeta.

Aun así, el misterioso y lejano Plutón sigue allí, listo para contar muchas cosas, como lo ha hecho desde el principio; con toda seguridad no se ha enterado, como ningún otro, del nombre que le han puesto los humanos ni cómo lo han clasificado. Está allí en su vecindario particular junto a otros planetas y todos llevan miles de millones de años conviviendo sin problemas como vecinos.

Plutón es, a pesar de ser tan pequeño, algo irreverente pero sin duda un pionero en muchos sentidos. En especial, en eso de suscitar clasificaciones que poco le importan a él y sus admiradores. La verdad, es que todo sobre Plutón es bastante interesante y todos querrán aprender sobre sus temporales cielos azules, sus glaciares y su asombrosa nieve roja.

Plutón, indicios de su presencia y posterior descubrimiento

Luego del descubrimiento de Neptuno en 1946, a partir de la aplicación de cálculos matemáticos basados en la mecánica celeste newtoniana, descubrieron también a Plutón.Este pequeño planeta, enviaba débiles pero persistentes señales de su existencia, mediante las alteraciones que ocasionaba a la órbita del gigante y gaseoso planeta Urano.

Cuando en 1946 descubrieron que la órbita de Urano estaba siendo perturbada por otro gigante azul parecido a él, los astrónomos no quedaron conformes; sus cálculos indicaban que existía algo más que también incidía en las mencionadas perturbaciones orbitales. Los años pasaban entre un éxito y otro, como es el caso del descubrimiento de las lunas neptunianas, pero algo seguía faltando.

Planeta X

Las investigaciones y los cálculos relacionados con las anomalías alrededor de Urano continuaban. Lo que todavía existía como una alteración orbital en el conocimiento astronómico humano, pasó a ser presumido como planeta. Más tarde, en 1906, el investigador Percival Lowell, llamó Planeta X al escurridizo astro que aun nadie lograba encontrar.

El mismo Lowell, que era además el propietario de un observatorio astronómico, en Flagstaff, Arizona, se dio a la tarea de buscar al mencionado Planeta X. En ese sentido, Lowell, junto a su colega William Pickering, sugirieron el primer conjunto de coordenadas posibles de ubicación del astro mencionado; pero nunca tuvo éxito y la muerte lo sorprendió en el 1916.

Sin embargo, aun cuando Percival Lowell y sus colegas nunca lo notaron, habían fotografiado dos veces en 1915, el planeta buscado. Asimismo, se supo que años antes (1909), desde el Observatorio Yerke (Wisconsin), también habían fotografiado a este esquivo astro. Todo esto se supo en agosto de 1930, cuando finalmente el astrónomo estadounidense Clyde Tombaugh, descubre a Plutón.

Cabe mencionar, por los 14 años que pasaron desde la muerte de Lowell, que la investigación estuvo frenada por disputas legales de la viuda de éste. La Sra. Lowell, procuraba conservar el crédito y legado de su esposo, en relación a la búsqueda del mencionado Planeta X. De esta manera, llega el año 1929 y con este, la decisión del Observatorio Lowell de continuar la búsqueda.

Dicha búsqueda fue ordenada por el nuevo jefe del observatorio, Vesto Slipher, quien encomendó a Tombaugh encontrar el Planeta X; debía basarse en los datos y documentos de las investigaciones de Lowell. Esta, fue una ardua tarea que consistió en una interminable visualización de pares de fotografías del cielo nocturno, apoyándose en un dispositivo llamado comparador de parpadeo.

Primer planeta nombrado por una niña

Por si acaso se considera poco turbulento el descubrimiento de Plutón, es conveniente sumar también el origen de su nombre. En ese sentido, se debe considerar en primer lugar, que el derecho de ponerle nombre al noveno planeta, recaía en el observatorio Lowell por descubrirlo.

No obstante, Clyde Tombaugh, abrumado por las miles de sugerencia llegadas del mundo entero, pedía a su jefe Slipher que propusieran un nombre al nuevo planeta, antes que alguien más lo hiciera. Entre tanto, Constance Lowell proponía llamarlo Zeus o Percival, incluso propuso su propio nombre, Constance; pero sus sugerencias fueron ignoradas.

Por otro lado, fue recibida desde Oxford, Inglaterra, la propuesta de Venetia Burney, una pequeña colegiala de apenas 11 años de edad. En ese sentido, Venetia, a quien le agradaba la mitología, propuso el nombre a su abuelo, Falconer Madan, que era miembro de la Biblioteca Bodleiana. El orgulloso abuelo a su vez, comenta la propuesta de su nieta al astrónomo Herbert Hall Turner.

Este astrónomo, decide enviar la propuesta de Venetia Burney a sus colegas en Estados Unidos, del Observatorio Lowell, quienes la someterían a votación. Sin embargo, no era el único nombre propuesto, ya que también concursaban los nombres de Minerva y Cronos. Aun así, la votación por llamar Plutón al noveno planeta, fue unánime, y con esto daba comienzo a su historia.

Venetia Burney Phair

Cinturón de Kuiper

Antes de hablar más específicamente sobre Plutón, es necesario explicar que éste, se encuentra en una zona al extremo del sistema solar, llamada Cinturón de Kuiper. En ese sentido, lo principal a saber sobre esta zona, es que se asemeja a los anillos planetarios que se mantienen alrededor de un planeta específico; aunque en dimensiones mucho más grandes.

El gran tamaño del Cinturón de Kuiper, se debe a que es un disco circunestelar compuesto principalmente de asteroides, planetesiamales y planetas enanos, además de grandes cantidades de hielos y otros materiales producto de las constantes colisiones de diferentes astros. Asimismo, este colosal disco, ubicado más allá de Neptuno, rodea a todos los planetas y orbita también al Sol.

Se podría decir además, que el Cinturón de Kuiper es similar al conocido Cinturón de Asteroides ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter; pero también es mucho más grande y diferente en composición. En definitiva, es una vasta y aún muy desconocida zona de los confines del sistema solar; incluso, es el lugar donde se originan muchos de los cometas que han pasado cerca de la Tierra.

Formación de Plutón

Desde el mismo momento del descubrimiento de un nuevo planeta, comienza un largo proceso investigativo para entender sus características y su origen; algo que lógicamente ocurrió también con Plutón, ubicado a 5900 millones de km o 39 unidades astronómicas (AU) del sol.

Es por esto, que surgieron unas primeras hipótesis, como por ejemplo, que éste era una luna de Neptuno, que había sido expulsada de su órbita; debido a la fuerza de la principal luna neptuniana llamada Tritón. Sin embargo, esta primera idea sobre el origen plutoniano, fue descartada por la nula aproximación de trayectorias entre los dos planetas en cuestión.

Así como la anterior hipótesis, surgieron otras que no lograban calar en la comunidad científica por falta de argumentos sólidos. De esa manera, fue a partir de los hallazgos ocurridos en 1992, que se comenzó a tener certeza del origen del nuevo planeta. Estos hallazgos, se relacionan principalmente con otros astros compuestos de roca y hielo similares a Plutón; y cercanos a éste.

En ese sentido, los referidos objetos además de tener una conformación similar al astro plutoniano, se asemejaban también por el tamaño y la forma de sus órbitas alrededor del sol. Asimismo, se determinó que tanto Plutón, como estos nuevos astros, estaban ubicados más allá de Neptuno, en el mencionado Cinturón de Kuiper; de donde se originan también muchos cometas.

Es precisamente debido a los cometas que surgen en el entorno plutoniano, que fue descubierto que éste también posee propiedades cometarias. Esto se basa en pruebas de que el viento solar degrada paulatinamente la superficie de éste astro. Asimismo, los investigadores argumentan, que si la órbita de Plutón alrededor del sol, fuera tan cercana como la Tierra, este desarrollaría cola de cometa.

Aspectos físicos de Plutón

Este astro conformado de llanuras, montañas misteriosas y glaciares, tiene un tamaño de 1185 km de radio; más o menos la sexta parte del tamaño del planeta Tierra. Además, Plutón está compuesto en un 98% de nitrógeno congelado, con trazas de metano (CH4) y monóxido de carbono (CO). Otro aspecto relevante de la geología plutoniana, se refiere a la variedad de brillos y colores de su superficie.

De esta manera, Plutón presenta en su superficie, colores como el naranja oscuro, el negro carbón y el blanco. Se cree que la variedad de colores de la superficie plutoniana, cambió considerablemente entre los años 1994 y 2003. Igualmente, el planeta se ha tornado más rojo entre los años 2000 y 2003.

Todos estos cambios en la superficie plutoniana, se estima ocurrieron tanto por la condensación y por la gasificación estacionaria de la atmosfera del planeta, empeorado por su excesiva inclinación axial y la elevada excentricidad orbital. Asimismo, Plutón posee casquetes polares de hielos de metano disueltos en la particular, oscura y rojiza losa transparente y gruesa, de nitrógeno congelado.

En otras zonas, Plutón posee cadenas montañosas de gran altura (kms), bordeando extensas y deslumbrantes planicies que forman la Sputnik Planitia; una enorme superficie de nitrógeno congelado, CH4 y CO, de aproximadamente 870 mil km2 de prolongación. Mención aparte, merece la llamada nieve roja, producto de la mencionada concentración del metano.

Por otra parte, se conoce que la superficie plutoniana, se cuenta entre las más gélidas del sistema solar (-225 °C); en zonas vistas como rayas oscuras de unos pocos kilómetros de largo, que son llanuras heladas alineadas en la misma dirección, a manera de surcos. Estas formaciones son presumiblemente, producto de los fuertes vientos que azotan la superficie.

Pluton

Núcleo

Lo primero a destacar, es que Plutón posee una densidad de 1.87 g/cm3. Además, dada la descomposición de diferentes elementos radiactivos, debido al calor generado por los hielos, la roca se separó de estos. Por esa razón, los estudios demuestran que el núcleo plutoniano se compone de roca comprimida, cubierta por un denso manto de hielo de agua y luego otra de nitrógeno congelado.

Por otra parte, se tiene que el diámetro nuclear abarca el 70 % de la esfera plutoniana, con aproximadamente 1700 km. Además se cree muy probable que el mencionado calentamiento siga produciéndose en los límites del núcleo y el manto; lo cual crea en el subsuelo, un océano de amoníaco y agua líquida, con más o menos 160  km de espesor.

Características atmosféricas

Cuando Plutón se posiciona más cercano al Sol, el hielo de la superficie se descongela, creando una atmósfera temporal y tenue, compuesta básicamente de nitrógeno, con un añadido de monóxido (CO) y metano (CH4). Sin embargo, esta atmosfera comienza a desaparecer y congelarse progresivamente, cuando el planeta se va alejando del sol.

En ese sentido, en los períodos con atmosfera, esta brilla de forma variable y se producen fuertes vientos. Dichas variaciones de brillo se tienden a generar por el aire que circula en las zonas montañosas y las ondas gravitatorias. La atmosfera plutoniana es, por lo tanto, excesivamente fina o delgada y no posibilita el fluir de diferentes líquidos.

De este modo, y aun cuando las actuales condiciones de la atmosfera de este planeta, no es proclive al fluido de líquidos, sí se cree que pudo haberlos en el pasado. Esto lo basan los expertos, en imágenes tomadas por la sonda espacial New Horizon. Dichas imágenes permiten ver lo que pudo ser en tiempos remotos, un lago congelado con aparentes canales.

También con la sonda mencionada, se pudieron apreciar en 2016, áreas brillantes en la frontera entre la luz del día y la oscuridad. Esta es el área donde más comúnmente se forman las nubes y de hecho, fueron observados algunos cúmulos. Estas nubes se ubicaban a baja altitud y eran todas similares en tamaño y compuestas de etano, cianuro de hidrógeno y acetileno.

En lo que respecta a un campo magnético, los científicos coinciden en que es poco probable que el mismo exista. Esto debido a las características rotacionales tan lentas del planeta y el tamaño del mismo.

Órbita y rotación

La órbita plutoniana es considerablemente elíptica y lo ubica 49 veces más lejano del sol, que la tierra. Asimismo, al tener una órbita no circular (excéntrica) presenta variaciones a lo interno. Esto obedece, a que Plutón en el discurrir de los 248 años terrestres de su órbita, está más cerca del sol durante apenas 20 años.

Justamente, entre los años 1979 y 1999, se pudo observar mejor a Plutón desde la Tierra, por encontrarse en ésos 20 años de trayectoria más próxima al Sol. Por otro lado, se sabe que la órbita plutoniana es retrógrada, al igual que las de Urano y Mercurio (discurre de este a oeste).

En lo que respecta a la rotación de este misterioso y lejano astro, se tienen pruebas que posee un eje rotatorio inclinado por 57 ° respecto a su elíptica. En otras palabras, gira profusamente inclinado (acostado) sobre un lado; esto genera cambios de estaciones bastante extremos. Asimismo, la rotación plutoniana es de 6,39 días terrestres.

Lunas plutonianas

Las lunas o satélites de Plutón son 5 en total, de acuerdo con lo que se conoce hasta el presente. En ese sentido, los nombres de dichas lunas son Caronte, Estigia, Nix, Kerberos e Hidra; siendo Caronte la más conocida y estudiada. En ese sentido, es lo más relevante de esta luna, su consideración como integrante de un planeta binario junto a Plutón.

lunas de Pluton
lunas de Pluton

Caronte

El satélite Caronte, es el primero en ser descubierto en la órbita de Plutón, en el año 1978. En ese sentido, los primeros datos obtenidos de Caronte, revelaron  que posee un diámetro total de 1208 km; y además se ubica a casi 20 mil km de su planeta; bastante cerca.

Tal como se reflejó anteriormente, Caronte es considerado por los astrónomos, como parte integrante, junto a Plutón, de un planeta binario; algo parecido a lo que se cree sobre la Tierra y su luna. En ese orden de ideas, se sabe que la principal prueba de tal apreciación, se debe a que el centro de masas del planeta, se ubica en un punto externo a este, orientado hacia Caronte.

Es por esto, que se cree que ambos, Plutón y Caronte, giran alrededor de ese centro o eje imaginario. Aun así, a pesar de poseer masas similares, la teoría sobre el planeta binario entre ambos, sigue siendo eso, una teoría no confirmada.

Lunas Nix e Hidra

Los satélites plutonianos Nix e Hidra, son el primero y segundo satélite, respectivamente, descubiertos a este astro. Sus nombres, son también tomados de personajes mitológicos del inframundo, dada la norma de mantener la relación con la nomenclatura del planeta. Asimismo, estas lunas fueron descubiertas en el año 2005, a través del telescopio espacial Hubble.

De esta manera, el nombre Nix, proviene del de la diosa griega de la noche y la oscuridad (Madre de Caronte, el barquero que transporta de un mundo al otro). Por su parte, Hidra es tomado del nombre de la serpiente monstruosa que tenía nueve cabezas, hermana del Can Cerbero, el guardián del hades.

Por otro lado, el nombre dado a estas lunas, fue asignado para hacer coincidir ambas iniciales, N y H, con las de la sonda espacial New Horizon, destinada a la exploración tanto de Plutón como del cinturón de Kuiper.

En otro orden de ideas, se tiene como el factor más relevante de Nix, que brilla con una intensidad 5 mil veces mayor a la del planeta. De Hidra por su parte, se estima que su formación ocurrió en una región cercana a Plutón; además de la creencia de que se compone de dos astros menores, que se fusionaron en uno solo.

Lunas Cerbero y Estigia

La lunas o satélites naturales llamados Cerbero y Estigia, son los más pequeños de Plutón. Tal como sus satélites hermanos, Nix e Hidra, reciben sus nombres siguiendo la línea establecida por la Unión Astronómica Internacional. Por esto, Cerbero recibe ese nombre por ser el del mítico perro del hades y Estigia por ser el río de ese mismo mundo tenebroso.

Por otro lado, se tienen como dato curioso, las controversias que se suscitaron para la asignación de los nombres a estos dos satélites. Las mismas, involucran incluso al actor William Shatner, de la legendaria serie Star Trek; ya que el mismo proponía llamar a dichos satélites Vulcano y Rómulo respectivamente.

Estos nombres se proponían, no solo por pertenecer a los astros relacionados con la serie, sino también, aludiendo a que Vulcano era el sobrino de Hades o Plutón y Rómulo por el fundador de Roma. En ese sentido, el nombre de Rómulo fue desechado porque ya existía un satélite asteroidal con ese apelativo.

En cuanto al nombre Vulcano, fue el más votado, pero finalmente rechazado para evitar confusiones con el hipotético planeta ubicado en la zona orbital mercuriana. De esta manera, quedó el camino despejado para que en julio del año 2013, se oficializaran los nombres de Cerberos y Estigia.

Controversia y reclasificación

Tal como fue descrito al principio, la investigación humana y su impulso, han dado con la ubicación de planetas tan alejados como Plutón; incluso desde tiempos en que no existían grandes avances tecnológicos como los de ahora. Sin embargo, fue ese mismo impulso humano de profundizar y entender cada vez más, lo que metió a Plutón en aprietos; y lo sacó de su puesto como planeta.

Tal situación, se debió a que luego de 1992, se comenzaron a descubrir en el Cinturón de Kuiper, otros posibles planetas pequeños, similares a Plutón. De esta manera, se determinó que este pequeño planeta, compartía muchas más similitudes con los demás astros de su vecindario kuiperiano; en comparación con los ocho planetas principales.

Desde el surgimiento de estas comparaciones y los nuevos estudios, aparecían cada vez más astros parecidos a Plutón en el sistema solar exterior; siendo Éride el que captó mayor atención, por ser incluso más masivo que Plutón. A este nuevo astro, quisieron llamarlo “décimo planeta”, pero las mismas controversias plutonianas lo impidieron.

Planeta Enano

Todas las controversias sobre Plutón, se agudizaron cuando consideraron que la existencia de Éride, era el mejor argumento para reclasificarlo como un planeta menor. Es por esto, que los expertos decidieron establecer en 2006, las tres condiciones que debía cumplir un astro, para ser considerado un planeta:

  • El astro debe describir una órbita alrededor de su estrella o sol.
  • Debe ser lo suficientemente masivo, como para que su propia fuerza gravitatoria, lo torne esférico o redondeado. Dicho de otra forma, la gravedad del propio objeto, debe inducirle el llamado equilibrio hidrostático.
  • El astro debe haber desplazado o barrido, cualquier objeto interpuesto en su órbita.

De esta manera, luego de la aceptación oficial de las tres condiciones arriba expuestas, se llegó a la conclusión de reclasificar a Plutón; basados principalmente en que éste no cumple la tercera. La explicación dada, obedece a que el pequeño planeta, no sobresalía de entre los otros astros de su entorno.

Por esa razón, Éride, Plutón y planetas vecinos y similares, pasaron a llamarse “planetas enanos”. Siguiendo la misma temática, en 2008 se creó la clasificación “plutoide”, para referirse a todo planeta enano ubicado más allá de la órbita neptuniana; una nueva y polémica resolución de la Unión Astronómica Internacional que no paraba de dar malas noticias a los fanáticos plutonianos.

Plutón el nuevo horizonte

Independientemente de todas las controversias suscitadas en torno a Plutón, los astrónomos nunca pararon de admirarlo e investigarlo. Los proyectos para el envío de misiones espaciales, con Plutón como objetivo, fueron varios y todos con grandes ambiciones y expectativas; considerando el gran potencial que significaba la investigación de ese planeta y su entorno.

Luego de varios años de debates científicos y políticos, estudios y proyectos fallidos, se decide enviar en enero del 2006, la sonda New Horizons. Esta misión no tripulada (llamada Nuevos Horizontes en español), estaba dirigida a la exploración del pequeño e incomprendido planeta y sus alrededores; Plutón tenía mucha información y sorpresas que aportar a la ciencia y a la astronomía.

La gran mayoría de los detalles que se pueden referir sobre Plutón en el presente, se obtuvieron gracias a la New Horizons. Misión está, que comenzó a enviar fotografías en el 2015, cuando todavía estaba a unos 200 millones de kilómetros de su destino; en dichas fotos, ya se podían apreciar más al detalle, el pequeño planeta y su luna Caronte.

A medida que se acercaba la New Horizons, se revelaban más detalles interesantes sobre lo que pasó a considerarse el sistema doble, Platón-Caronte. En definitiva, la misión de esta sonda se había tomado casi 3500 días hasta su llegada al punto más cercano del planeta; apertrechada con numerosos y modernos equipos de proyección de imágenes, investigación de radio y otros.

Anécdotas plutonianas

Son muchas las curiosidades y anécdotas que ha suscitado el misterioso y pequeño mundo plutoniano. Estas son algunas de las más conocidas y difundidas entre científicos y público más adepto al pequeño e impactante planeta.

  • Se cree que la compañía Disney se sumó al revuelo de los años del descubrimiento, llamado “plutonmanía”. Esto se basa, en el rumor referente a que el nombre de “Pluto”, fue dado al canino amigo de Mickey Mouse, en honor al planeta recién descubierto en esa época.
  • Plutón es tan pequeño, que si se le colocara al lado de Caronte, su luna más grande, no alcanzarían a medir el mismo ancho de Estados Unidos.
  • La sonda espacial New Horizons transportó una parte de las cenizas del astrónomo que efectuó el descubrimiento de Plutón, Clyde Tombaugh.
  • Precisamente en honor a que Tombaugh fuera residente de Nuevo México, el congreso estatal tomó la resolución de que siempre Plutón sería considerado como un planeta; incluso designaron el 13 de marzo, como el Día del Planeta Plutón. Similar efeméride promulgó Illinois, estado natal del astrónomo, considerando injusta la degradación a planeta enano.
  • El presidente de la Fundación Mundial del Espacio, llamó una vez por teléfono a Tombaugh, para solicitarle permiso para hacerle una visita a su planeta; a lo que Tombaugh respondió dándole la bienvenida, sin dejar de acotarle que sería un muy frío y largo viaje.

Por qué es sorprendente Plutón

De no haber sido por el empeño inquebrantable de la ciencia espacial por explorar Plutón, no se hubiesen obtenido importantes avances en la materia. No se trata solo de pasearse por un planeta y tomarle fotografías, sino que sobresalen el estudio y las mediciones que se realizan; de allí surgen beneficios para la comprensión de la evolución planetaria y de la vida misma en la Tierra.

En ese sentido, de entre las precisiones echas gracias a la New Horizons, sumadas a estudios previos, se sabe ahora muchas más cosas sobre Plutón. Una muy interesante es que desde que fue descubierto en 1930, han pasado de su lado, solo 4 meses y medio aproximadamente. Esto se debe a que un año plutoniano, son 248,68 años terrestres.

Asimismo, se ha podido precisar, que la luz solar de un medio día plutoniano, tiene 900 veces menos intensidad que la de la Tierra; más o menos similar a la luz de un atardecer, casi noche, terrestre. Se calcula que un haz de luz solar, tarda 5,5 horas en llegar a Plutón. Se sabe además, que su luna Caronte, es la más grande de todo el sistema solar, en proporción al tamaño del planeta al que orbita.

También se ha podido determinar, que el pequeño planeta, nada tiene que ver con el tan buscado Planeta X de Percival Lowell. Aun así, es de Lowell, por su empeño y su observatorio, el gran mérito de ser el precursor del descubrimiento de Plutón. Asimismo, se debe reconocer a personas como la niña Venetia y su abuelo, que impulsaron la idea y el nombre definitivo del planeta.

Las razones de que Plutón sea tan sorprendente, no se basan en los aspectos tan humanos que impulsaron las grandes y acaloradas discusiones por su clasificación; la genuina orientación científica, siempre ha sabido trascender esos aspectos. Es por esto, que explorar Plutón se convirtió en un norte o un nuevo horizonte, del que muchos no quisieron apartarse y lograron vencer.

Referencias:

https://es.wikipedia.org/wiki/Exploraci%C3%B3n_de_Plut%C3%B3n

Plutón

https://es.wikipedia.org/wiki/Plut%C3%B3n_(planeta_enano)


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Mou D. Khamlichi

Mou D. Khamlichi

Auther

El Doctor Mourad es un apasionado de las ciencias y muy especialmente de la que conduce al descubrimiento de nuevos medicamentos para curar enfermedades relacionadas con el sistema nervioso central (la esquizofrenia y el Parkinson) y con la oncología, tratando varios tipos de cánceres tales como el cáncer de páncreas o el cáncer estomacal. Mourad dirige el trabajo de 30 investigadores en la empresa Eurofins-Villapharma desde el año 2008. Junto con su equipo da constante apoyo a las grandes multinacionales farmacéuticas para encontrar nuevos fármacos del siglo XXI. Cualquier persona puede contactar con él a través del formulario de contacto en este sitio web o a través de su perfil profesional de Linkedin.

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