Leonardo Da Vinci

Leonardo Da Vinci: La historia de un hombre que marcó toda una época

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Leonardo Da Vinci ha resultado ser para la historia de la humanidad uno de los hombres más laureados por su obra y legado. Se habla de un genio sin igual, un personaje que marcó toda una era.

Leonardo poseía un pensamiento matemático avanzado para su sociedad y era un hombre con nociones importantes sobre la anatomía humana. Incluso, fue también inventor, pintor, ingeniero y arquitecto militar.

Desde su infancia, pasando por cualquier momento de su vida, se puede observar todas las características que lo convertirían en uno de los personajes más icónicos de la historia.

La infancia de Leonardo Da Vinci

Leonardo Da Vinci nació un sábado 15 de abril del año 1452 en un poblado cercano a Florencia, Vinci.

Florencia sería la ciudad italiana que vería crecer a Leonardo Da Vinci. Según estudios, entre los momentos de la vida en la que muchas características y pensamientos de las personas son afianzados se encuentran la infancia y la juventud.

Esta teoría toma aún más valor cuando se trata de un genio de tal magnitud para la historia de la humanidad.  Por lo que el contexto histórico de su sociedad influyó tanto en la vida de Leonardo como él influiría en el devenir histórico con su legado.

Su familia

Leonardo nació como hijo ilegítimo. Su padre era un descendiente de una familia de acaudalados y renombrados notarios florentinos. Con tan solo 25 años ya era uno de los notarios más conocidos de Florencia. Este sujeto en un momento de su vida decidió visitar la región de la cual su familia descendía, Vinci.

Estando Piero en Vinci, embarazaría a una joven campesina de 15 años, que en 1452 estaría dando a luz al resultado de esa unión. Su nombre era Leonardo, tal cual como lo registraría su abuelo Antonio, el padre de Piero, quien también era notario.

Hay que recalcar que al nacer Leonardo fuera de un matrimonio no se dedicaría al oficio de notario. Sus hermanos, que nacieron del matrimonio de su padre con su última esposa, al ser hijos legítimos sí se pudieron dedicar al oficio.

No sería hasta el siglo XX que se sabría el nombre de la madre de Leonardo. Caterina Lippi, era una muchacha huérfana y pobre que con solo quince años daría a luz a Leonardo.

Por otro lado, el padre de Leonardo contrajo matrimonio con su primera esposa, Albiera, unos 8 meses después del nacimiento de Leonardo. Durante sus primeros años de vida, Leonardo viviría con su abuelo Antonio. Mientras que su madre se casaría con un campesino de la localidad llamado Antonio di Piero.

Formación inicial

El famoso historiador cultural, Jacob Burckhardt, en sus estudios e investigaciones del pasado italiano, llegó a calificar a la Italia del Renacimiento como «la edad de oro de los bastardos». Ser un hijo ilegítimo no significaba vergüenza alguna para ascender socialmente o ganar posiciones de poder o influencia. Este claro ejemplo se verá en la vida de Leonardo Da Vinci.

Incluso, el ser un hijo ilegítimo haría que Leonardo no fuese enviado a escuelas más técnicas en donde se preparaban a los jóvenes para servir como notarios o profesiones similares. Así que hasta los 12 años vivió en Vinci, con la compañía de sus abuelos paternos.

En 1464 la esposa de Piero moriría en medio del parto de su primer hijo. El primogénito no nacería con vida. Esto, junto con la muerte de Antonio, abuelo de Leonardo, hizo que Piero se llevase a vivir a Florencia con él a su joven hijo. Todo esto con el fin de que se formara en un oficio.

Durante sus primeros años en Florencia viviría con su padre. Piero, nunca se tomó la molestia de legitimarlo siendo Leonardo su único hijo. Incluso, el Gremio de notarios de la época no permitía miembros que hubiesen nacido fuera de un matrimonio, sin importar si luego los hubiesen legitimado.

Florencia

Leonardo tendría la dicha de crecer en uno de los momentos históricos más beneficiosos para la que sería su carrera. No había en la época lugar en el mundo más propicio para disparar su creatividad como la Florencia renacentista.

A diferencia de otras ciudades de la península itálica, en Florencia había una República liderada por las familias más elitistas. La economía de la ciudad no paraba de crecer y esta prosperidad llevó a muchas familias acaudaladas a servir como mecenas de jóvenes artistas. Es decir, la prosperidad mercantil de la ciudad serviría de base para el desenvolvimiento artístico de la época.

Estamos hablando de una ciudad que prácticamente era un gran centro bancario, en donde se alojaban las elites urbanas emergentes de burgueses, banqueros y comerciantes. Incluso, una tercera parte de la población de la ciudad sabía leer y escribir, lo que significaba la tasa más alta entre las urbes europeas.

Un siglo antes la ciudad había pasado por la peste negra, aun así cuando Leonardo llegó la urbe contaba con unos cuarenta mil habitantes. Había más de 200 familias acaudaladas y más de cinco mil profesionales miembros de gremios que conformaban los estratos medios de la sociedad. En cuanto a la política, el poder lo ejercía una familia de banqueros muy rica llamada los Médicis.

Un punto importante en todo esto es el de la figura de Lorenzo di Médicis. En su momento llegó a ser el hombre más poderoso de Florencia, y sin ostentar ningún cargo oficial, el gobernante de la ciudad. Gracias a sus habilidades diplomáticas logró un periodo de paz entre Florencia y otras ciudades que favoreció el desarrollo comercial y artístico de la urbe.

Leonardo Da Vinci y sus primeros pasos de su juventud

El taller de Andrea Verrocchio sería el lugar en donde Leonardo daría sus primeros pasos dentro del mundo artístico. Florencia era la ciudad perfecta para que el joven artista iniciara su camino en tal oficio.

En esta etapa de su vida no sólo ayudaría a Verrocchio en varias obras que le encargaban, dejando tempranamente su imprenta en las mismas. También empezaría a tomar sus propios encargos personales.

Será también en su juventud donde buscará la independencia. Desde muy temprano en su vida se verá en su trayectoria el no poder completar y cumplir varios de sus objetivos e ideas.

Verrocchio

Al cumplir los 15 años, el padre de Leonardo le consiguió un puesto como aprendiz de Andrea del Verrocchio, un artista e ingeniero de la ciudad. Este sujeto, que era cliente de su padre, había levantado uno de los mejores y más populares talleres de Florencia.

Fue en ese taller en donde el joven Leonardo inició verdaderamente su camino en el mundo de las artes. Allí Leonardo aprendería acerca de la anatomía superficial del cuerpo humano, técnicas de dibujo, mecánica, matemáticas, filosofía, efectos de luz, entre otras cosas. Por otro lado, Verrocchio quedó sorprendido por el talento del joven Leonardo para esos oficios.  

Gracias a Verrocchio, Leonardo también aprendería sobre geometría. Y más que aprender, tomó un amor indescriptible a la misma. Aquí aprendió la vital importancia de la relación de la geometría y las proporciones con el arte.

Verrocchio, como escultor y orfebre, se caracterizaba porque sus esculturas transmitían sutilmente el movimiento de una figura inmóvil. Leonardo usaría esta habilidad en repetidas ocasiones a lo largo de su carrera artística.

Obras hechas en este periodo

Existen varias obras y curiosidades de Leonardo que datan de esta etapa de su vida. Por ejemplo, será en su estancia en el taller de Verrocchio en donde empezará a plasmar en sus cuadernos las primeras ideas de máquinas voladoras para usos teatrales.

Con apenas 20 años, Leonardo colaboraría en dos cuadros de Verrocchio. El primero sería Tobías y el Ángel. La pintura narra el pasaje bíblico en donde a Tobías lo acompaña el arcángel Rafael mientras va a cobrar un dinero de su padre. El pescado visible en las manos de Tobías y el perro en los pies del Ángel se le atribuyen a Leonardo Da Vinci.

La otra de las primeras pinturas en donde Leonardo colaboraría sería la del Bautismo de Jesús. Esta obra ejemplifica la conocida historia bíblica del bautismo de Jesús de Nazaret a manos de Juan el Bautista. Esto también representaría la última colaboración de Leonardo con Verrocchio, a mediados de 1470.

En esa misma década, Leonardo realizaría unos cuatro cuadros él solo. Uno referido a la Anunciación de Jesucristo, dos sobre la Virgen y el Niño y un retrato de Ginevra de’ Benci, una dama de la ciudad. En estas obras, sobre todo en la Anunciación, se pueden empezar a apreciar características de Leonardo, como el coloreo de las sombras.

La adoración de los reyes

En 1478, con 26 años de edad, Leonardo abandonaría el taller de su maestro Verrocchio, empezando su labor como un maestro pintor independiente. Este periodo de cinco años entre su incursión como independiente y su ida de Florencia, significó un fracaso comercial. Se sabe que en esos cinco años solo recibiría tres encargos, de los cuales no entregaría ninguno.

Uno de ellos sería La adoración de los Reyes, para el monasterio de San Donato. Hasta ese momento la influencia de su padre había sido determinante en su joven carrera. Este encargo le habría llegado gracias a la influencia de Piero, nuevamente.

Leonardo, quien ya tenía 29 años para el momento, tenía una fama a cuestas sobre su propensión a no terminar los cuadros y encargos que se le daban. Por lo que recibiría cierta presión por parte del monasterio de San Donato para la conclusión de esta obra.

El joven artista terminaría abandonando nuevamente un proyecto que le favorecía mucho. Incluso, una de las razones fue el arduo trabajo de plasmar a tantos personajes. Inicialmente eran más de 60 las personas en la pintura, número que fue bajando con el tiempo.

Milán

La población de Milán (Ciudad Estado al norte de la península itálica) era de unos 120.000 habitantes. Prácticamente el triple de los que habitaban en Florencia. Otra diferencia entre ambas ciudades es que Milán no había sido una República liderada por banqueros y en donde el comercio era la base económica para sostenerse.

Por más de 200 años había sido una ciudad gobernada por hombres fuertes, que en reiteradas ocasiones llevaron a los milaneses a la guerra. Los Sforza eran quienes gobernaban la ciudad cuando Leonardo se decidió mudar allí.

Grandes palacios con cortes amplias abundaban en la ciudad norteña, ya que las pretensiones de sus gobernantes eran amplias y basadas en el expansionismo.

Llegaría entonces Leonardo buscando inspiración y nuevos proyectos. En 1482, con treinta años recién cumplidos, Leonardo parte de Florencia con destino a Milán donde pasaría los próximos 16 años de su vida.

Se ocupa rápidamente

La llegada de Leonardo a Milán le sentaría bien a la ciudad y al hombre. Milán, a diferencia de Florencia, no contaba con un gran número de buenos artistas. La Virgen de Las Rocas, significaría la primera obra artística de Leonardo en su nueva ciudad. Tal pintura iría a la Iglesia de San Francisco el Grande.

También se sabe que Leonardo cumpliría inicialmente en Milán funciones cercanas a la de un diplomático. Gracias a esto, Ludovico Sforza, mecenas y duque de la ciudad, lo contrataría prontamente.

¿Qué le ofrecía inicialmente Leonardo a Sforza? Conocimiento en ingeniería militar. Leonardo no tenía experiencia en el arte de la guerra ni había fabricado en el pasado armas. Lo único que había realizado eran bosquejos de posibles armas, pero esto nunca se había materializado como tal.

Ingeniero militar

Ludovico Sforza terminaría contratando a Leonardo como ingeniero. El florentino había concebido en sus cuadernos numerosas ideas sobre armas o herramientas defensivas. Por ejemplo, un sistema de palancas que hacía que las escalas de asalto de los enemigos cayeran, impidiendo que soldados enemigos subiesen por los muros de una ciudad o castillo.

También concebiría la idea de un «carro falcado», que era un carruaje impulsado por caballos que en su punta tendría unas guadañas giratorias. Mientras que el carro estuviese en movimiento, las guadañas también lo estarían, significando un peligro para los soldados que se pusiesen en su camino.

Otro de los bosquejos más conocidos de Leonardo en cuanto a lo militar es el de «la ballesta gigante». Una máquina de unos 25 metros de ancho que dispararía por medio de palancas proyectiles de un mayor tamaño y a mayor distancia. La proporción de una ballesta gigante sería determinada por el grado de la curvatura del arco una vez la cuerda fuese tensada y no por la fuerza al tensarla.

Aunque estos, y otros, eran ideas realizables, solo una de ellas se materializó en el campo de batalla: «la llave de rueda».

Este era un dispositivo que permitía que la pólvora de un mosquete o arma similar se encendiera gracias a una chispa provocada. Es decir, cuando presionaban el gatillo de un mosquete, este hacía que una rueda metalizada y una piedra rozasen, lo que provocaría una chispa que a su vez encendería la pólvora.  

La llave de rueda significaría un avance grandísimo para los ejércitos de la época. Y los soldados que la usasen en sus armas tendrían una gran ventaja ante quienes no la tenían.

Una ciudad ideal

Entre los servicios e ideas que Leonardo le ofreció a Sforza estaba la de una ciudad ideal. Leonardo concebía que las urbes perfectas no debían tener más de 30.000 habitantes. Tampoco debían tener a su alrededor murallas. En cuanto a lo interno, debían contar con varios niveles y con una red de canales para el saneamiento y transporte.

Inicialmente, sus intereses arquitectónicos para Milán quedarían sobre el papel al no encontrar encargos para transformar la ciudad. Europa había pasado por una devastadora peste tiempo atrás. Leonardo visualizó que una de las formas para evitar otra tragedia era acabar con la vida insalubre de los habitantes de las ciudades.

Las ciudades ideales para él debían estar lo más abiertas posible al flujo de aire y al mismo tiempo, tener un sistema para que los desechos fuesen expulsados de ellas. La ciudad de Milán que ideó tendría dos niveles: uno superior para la circulación de las personas y el disfrute; y uno inferior para los canales, aguas residuales y el comercio.

Inician las obras destacadas para Leonardo Da Vinci

Estando en Milán empezaría lo que sería el periodo más productivo en la vida de Leonardo Da Vinci. La mayoría de sus obras más destacadas se verían allí. También sería en esa ciudad en donde sus intereses por otros temas y disciplinas acrecentarían.

El hombre de Vitruvio

En el año 80 a.C un soldado romano bajo las órdenes de Julio César, Marco Vitruvio, se especializaba en arquitectura y construcción de máquinas de guerra. Este hombre escribiría un libro sobre arquitectura que sería recuperado por la sociedad occidental apenas en el renacimiento.

Leonardo estudiaría las ideas sobre arquitectura que Vitruvio habría plasmado más de mil años antes. Pero más allá de una simple arquitectura, Vitruvio escribió sobre el microcosmos del hombre. Gracias a los estudios sobre las proporciones del cuerpo humano que el romano realizaría en el pasado, Leonardo en su época lograría sacarle provecho.

Es por ello que en 1492 concluiría con una de sus obras más conocidas: El hombre de Vitruvio. Toda esta información sería de gran utilidad para las proporciones técnicas y matemáticas del cuerpo humano. Además de la esencia del cuerpo humano, Vitruvio y Leonardo consideraban que había una relación entre estas proporciones humanas, lo estético y natural.

Esta idea prácticamente se define en el postulado de que todas las artes son derivadas del cuerpo humano. Por ejemplo, Vitruvio consideraba que las proporciones humanas son equivalentes a la de un templo construido correctamente. Estas ideas se convertirían en la piedra fundamental de la cosmovisión de Leonardo Da Vinci.

Leonardo Da Vinci, el Científico

En 1490 Leonardo entre sus escritos personales se autodefinió como un discípulo de la experiencia. Esto con el objetivo de hacerse ver como alguien que no contó con una educación formal desde joven y que tuvo que labrarse su camino y conocimiento desde las experiencias vividas.

Esto es importante a la hora de estudiar la figura histórica de este personaje. ¿Se le puede catalogar como un científico? No, al menos desde la visión moderna de la palabra. Aun así, fue un hombre que supo relacionar la importancia de la teoría y la práctica, necesarias una de la otra.

A diferencia de científicos más adelantados a su época como Newton o Copérnico, Leonardo no contó con herramientas abstractas para desde la matemática deducir leyes de la naturaleza. Pero esto hace un poco más grande su valor en la historia. Supo estudiar los patrones de la naturaleza y teorizar a partir de los mismos.

Este se basaba en la analogía de los patrones y la similitud de los eventos naturales. Por ejemplo, gracias a su observación de los remolinos de agua o de aire, pudo estudiar el vuelo de las aves y encontrarle una razón lógica a su mecánica.

Las aves y el vuelo

La curiosidad de Leonardo le llevó a hacerse innumerables preguntas. Dudas que debía resolver y que para ello debía observar distintos patrones de la naturaleza. Por ejemplo, se dedicó a observar y anotar el movimiento de las alas en las aves para buscar patrones con respecto a las distintas especies.

Tras décadas de observación y estudios que fueron compilándose en notas y cuadernos, Leonardo escribiría un códice sobre el vuelo de las aves. Desde ese momento, en la mente de Leonardo da Vinci nacería la idea de un hombre volando gracias a máquinas emularían el movimiento de las alas de un ave.

Leonardo fue pionero en esto, ya que antes de él ninguna persona había logrado plasmar el modo sistemático con el cual las aves podían volar. Incluso, entendería que había una fuerza de gravedad que las empujaba hacia abajo, por lo que dedujo que volar era distinto y más difícil que flotar sobre el agua.

Leonardo entendió que las aves planean porque con sus alas se impulsan hacia adelante, lo que hace que la presión del aire caiga.

En sus anotaciones habló sobre la posibilidad de que un hombre con alas grandes podría planear como las aves. Logró idear una máquina voladora para hacer realidad esto, pero nunca se materializó más allá del papel. Esta idea la desarrollaría con el paso de las décadas a pesar de no construirla.

Las máquinas

Tal obsesión por el movimiento llevaría a Leonardo a tomar un enorme interés por las máquinas. Ideó formas de transmisión de movimiento por medio de engranajes, palancas y poleas. Todo esto lo relacionaba con sus conceptos sobre anatomía e ingeniería.

Más que por la mera construcción e innovación, Leonardo encontraba un ameno placer en la comprensión de las funciones y principios de la ingeniería y la mecánica. Su idea sobre las máquinas era muy similar a la de la contemporaneidad; aprovechar la energía para convertirla en movimiento.

Incluso, Leonardo se adelantaría a Newton en la idea de la primera ley del movimiento. Para estos dos personajes históricos todo cuerpo que se mueve persevera en su estado hasta que otra fuerza lo detenga. Incluso, creía que si eliminaba estas fuerzas ajenas los objetos podrían permanecer siempre en movimiento.

Como era de costumbre en él, ideó proyectos para la realización de una máquina de movimiento continuo. Aun así, con el tiempo llegó a la conclusión de que esto sería inútil. Tal problema era prácticamente imposible de resolver.

El pensamiento matemático de Leonardo Da Vinci

La matemática y la geometría representaban otros puntos de gran valor para Leonardo da Vinci. Consideraba que estas disciplinas constituían el lenguaje de la naturaleza y por ende, su estudio era necesario para la elaboración de teorías.

Gracias a la geometría pudo emplear triángulos y pirámides para estudiar los ritmos de variación de la velocidad de caída de cuerpos. Además, pudo comprender la visión en perspectiva de objetos lejanos y el volumen de los sonidos.

Su relación de amistad con el matemático Luca Pacioli le debió servir mucho. Este personaje había desarrollado un sistema de contabilidad con amplia difusión en la sociedad de la época. Gracias a todo esto Leonardo también se dedicó a entender la transformación de las formas.

Por ejemplo, como los objetos cambiaban de forma al moverse. Como era de costumbre en él, por medio de la observación resolvería todas estas dudas. Estudiando caudales de agua pudo notar que al fluir el agua cambia de forma, pero su volumen sigue siendo el mismo. Todo esto le serviría para desarrollar aún más su cosmovisión acerca del arte.

La última cena de Leonardo Da Vinci

El mundo cristiano reconoce un pasaje bíblico que resulta ser uno de los más famosos de la historia. La historia cuenta que Jesús de Nazaret, una noche reunido con sus seguidores más cercanos les revelaría que uno de ellos lo traicionaría y entregaría ante las autoridades.

Ese momento sería representado por Leonardo Da Vinci. Su obra La última cena representa una de sus creaciones más conocidas. Seguramente, junto con La Gioconda, son las dos pinturas más populares que fueron creadas por el florentino.

El encargo

Inicialmente se trataba sobre un encargo sin una mayor importancia aparente. Un mural para el convento de los dominicos en Santa María. El mural sería iniciado en 1495 y mientras lo confeccionaba, Leonardo recibía grandes visitas de público que se interesaban por la obra en construcción y sobre la figura de su artista.

Ludovico Sforza para el momento ya era oficialmente el duque de Milán. Fue quien se encargó directamente sobre la supervisión de la obra. Además, en estos años su papel como mecenas de artistas en la ciudad aumentaría considerablemente. Por otro lado, era bien sabido la fama negativa que Leonardo tenía sobre sí en cuanto a obras sin concluir.

En más de una ocasión Sforza se vio obligado a hablar con Leonardo Da Vinci sobre avanzar con mayor rapidez la confección del mural. Tanto fue así que, en 1497, Sforza instó a Leonardo a firmar un contrato sobre la creación de otro mural en el convento. Esto para obligarlo a terminar el mural sobre la Última cena en el plazo acordado.

Al final la espera valió la pena para todos. Se está hablando sobre una de las pinturas más famosas de toda la historia. Gracias al talento y destreza de Leonardo se puede apreciar en la pintura la narrativa de una historia. Si para el momento Leonardo ya era un artista reconocido en la península itálica, con semejante obra su nombre sonaría mucho más en las urbes renacentistas.

Deterioro y restauración

La labor de Leonardo pintando la Última Cena es inigualable. Aun así, su método al hacerlo significaría que el mural se desgastaría con mayor rapidez de lo normal. Esto se debe ya que aplicó pintura sobre yeso húmedo fijado en la pared.

Es bien sabido que Leonardo llegó a tardar incluso días enteros en añadir retoques de pinturas a capas o partes de la obra. El mural fue concluido en 1498. Apenas 20 años más tarde la pintura comenzó a desgastarse y escamarse debido a la técnica que Leonardo había empleado.

En su vida Leonardo nunca se preocupó ni fue contratado para enmendar tal error. Por otro lado, a lo largo de toda la historia se ha intentado restaurarla más de seis veces. Tales intentos fueron en vano y en muchas ocasiones empeoraron la estética del mural.

El primero fue en 1726 y constó prácticamente de agregar pintura a las partes decoloradas y darle toques de barniz a la obra en general. Durante el terror de la Revolución Francesa el mural se vio aún más dañado, lo mismo con los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

¿El código Da Vinci?

Existe una teoría conspirativa sobre esta pintura, y en general sobre la vida y obra de Leonardo Da Vinci. La revelación de los templarios, escrita por Lynn Picknett y Clive Prince habla sobre ella. La teoría dice que, en el mural, quien está sentado a la derecha de Jesús no es Juan, sino que es María Magdalena.

Los autores de la teoría se basan en el aspecto afeminado del personaje que es pintado allí. Además, sugieren que la pintura guarda pistas sobre esto, como, por ejemplo, la inicial de María entre las figuras de Juan y Jesús.

La teoría se basa en que Leonardo conocía información secreta sobre la vida de Jesús de Nazaret. Entre la información se encontraba el que Jesús y María eran esposos y que incluso habían tenido hijos. De esta teoría se inspira Dan Brown para su novela El código Da Vinci. Ya sea por la novela o por la película, la teoría se popularizó más.

En resumidas cuentas, esto no pasa de ser solo una teoría conspirativa sin muchos argumentos reales que la respalden. Incluso, no sería primera vez que Leonardo pintando a un hombre le dotara rasgos o aspectos femeninos.

Leonardo Da Vinci regresa a Florencia

Luego de finalizada la Última Cena y recibida la noticia de la muerte de su madre, Leonardo entraría en un periodo difícil de su vida. Sería por ello que luego de 18 años en Milán, tomaría la decisión de volver a su Florencia natal.

Antes de llegar a Florencia estuvo una temporada en Venecia. Allí ofrecería sus conocimientos para fortificar la ciudad ante un posible ataque turco. Entre 1500 y 1506 estaría alojada en tal ciudad. Estando allí empezó obras célebres como la Mona Lisa. Además de trabajar construyendo armamento y maquinaria militar para César Borgia.

Santa Ana, La virgen y el niño

Esta es otra de las obras más icónicas y conocidas de Leonardo. Se manejan varias teorías acerca del encargo de este cuadro. La más aceptada es que fue una tarea asignada por Luis XII, Rey de Francia.

Cuando es terminada la opinión pública de la época la reconocería como la mejor obra de Leonardo Da Vinci. En la misma se puede apreciar por medio de una representación exquisita a la Santa Ana, madre de la Virgen María. También se verá a esta última y a un bebé Jesús de Nazaret.

César Borgia

De vuelta en Florencia Leonardo estuvo bajo el mecenazgo de una figura histórica señalada de forma negativa; César Borgia. Incluso, en la contemporaneidad se le estudia como una mente criminal, corrupta y con síntomas de psicopatía. Él había sido el hijo de Rodrigo Borgia, un papa de la Iglesia Católica conocido como Alejandro VI.

Para la época César era una de las personas más poderosas de la península itálica. También era el líder de los ejércitos pontificios. En 1501, Florencia tuvo que inclinarse ante la figura de César, quien lideraba los ejércitos del vaticano buscando conquistar otras ciudades de la península.

Ya estando en Venecia, Leonardo trabajó para César Borgia. Así que estando nuevamente instaurado en Florencia su trabajo con el personaje y el contacto entre ambos era mayor.

Borgia utilizaba el conocimiento de Leonardo para supervisar las fortalezas que estaban bajo su dominio. Esto para buscar ideas sobre cómo mejorarlas o remediar puntos flacos de las mismas. Incluso, en el asalto de los ejércitos de Borgia sobre Fossombrone, Leonardo estaba allí con él y viajaba con sus huestes.

Distanciamiento con el César

Finalizando el año de 1502 César Borgia autorizaría a uno de sus lugartenientes que sometiera a Cesena y sus alrededores a una intimidación y brutalidad enorme. Ese hombre de Borgia se llamaba Ramiro de Lorca, quien por sus actos se ganaría el miedo y el odio de los habitantes de la zona. Luego de cumplidos los objetivos, Borgia decide asesinarlo en medio de la plaza de Cesena.

Ese tipo de acciones empezaban a distanciar a Leonardo de una figura tan cruel y bárbara como la de César Borgia. Pocos meses después de eso, en marzo de 1503, Leonardo ya no trabajaba para él, estableciéndose definitivamente en Florencia.

Muchos estudios aún debaten sobre la cercanía que tuvo Leonardo con hombres fuertes de la época. Ludovico Sforza, César Borgia, los Médicis, eran quienes luchaban por el poder en la península itálica.

Aunque el Borgia era sin duda el que se labró una reputación más negativa, todos ellos compartieron más o menos el mismo perfil. Leonardo, terminó trabajando para todos en algún momento de su vida.

Sistemas hidráulicos

Antes de volver a ciudad natal, Leonardo había trabajado en sistemas de canales hidráulicos en Milán. Por otro lado, Florencia era una urbe que no contaba con muchos canales y drenajes. Es por ello que Leonardo, estando de vuelta allí, empezaría a idear sistemas hidráulicos parecidos a los de Milán.

Leonardo se incorporó al ejército de Florencia como ingeniero. Se le encargó la supervisión de la fortaleza de Verruca, cercana al río Arno. En tal misión Leonardo tuvo la brillante idea de desviar al río para buscar reconquistar la ciudad de Pisa. Al hacerlo los defensores de tal ciudad perderían su fuente de abastecimiento al no tener ya acceso al mar.

Según sus propios cálculos, se necesitarían unos 100 días para excavar el canal que desviaría el Arno. Tal gesta se iniciaría en agosto de 1504. La supervisión de la misma estaría bajo otro ingeniero que no terminó siguiendo las ideas de Leonardo. Esto concluiría en que el canal que se construyó, desviándose de los planes iniciales, no cumpliría la misión de desviar el río.

Como en el pasado, las ideas de Leonardo parecían ser muy buenas e innovadoras, pero por una u otra cuestión no se terminaban dando. El fracaso de tal proyecto hizo que se ignorarán otras ideas de Leonardo Da Vinci al respecto, a pesar de que no fuese su culpa.

Vuelve a Milán

El 9 de julio de 1504 moriría Piero, su padre. Leonardo no entraría en su herencia ya que nunca fue legitimado por él. Para 1506 emprendería nuevamente una mudanza a Milán.

La primera vez que Leonardo se fue de Florencia a Milán, dejaba atrás una prometedora obra inconclusa; La adoración de los reyes. En esta nueva ida pasaría lo mismo con la Batalla de Anghiari.

Sería así como Leonardo volvería a la Milán dominada por los franceses. Esto no significaría impedimento alguno para él, ya que mantenía muy buenas relaciones con autoridades galas.

Avances sobre anatomía humana

Estando en Milán, Leonardo profundizaría sus conocimientos sobre anatomía humana. Por ejemplo, gracias a disecciones hechas, dibujaría la figura del hombre centenario. Allí mostraría a profundidad la apariencia de músculos y venas. Esto para la época eran avances significativos.

Leonardo se vio beneficiado en el hecho de que la Iglesia ya no prohibía completamente las disecciones humanas. Increíblemente, tuvo un gran talento para dibujar partes del corazón y sus arterias. Lo mismo hacía con las capas de los músculos y huesos.

En sus cuadernos de anatomía de la época se encontrarán grandes hallazgos y avances para su contexto histórico. Dibujos sobre el cerebro y sus nervios, sobre la columna vertebral y otras partes del cuerpo.

Roma

En 1513 Leonardo Da Vinci llegaría a Roma para trabajar bajo las órdenes del papa León X, quien era miembro de la familia Médicis. Sería incluso la primera vez que Leonardo pisaría una ciudad con una carga histórica tan importante.

Estando allí trabajaría en varios encargos arquitectónicos, pero la obra más resaltante de esta etapa es su reconocida Mona Lisa.

Entra en escena La Gioconda

Esta representa una de las obras más importantes de Leonardo, quien la iniciaría en 1503. En sí, la obra se culminaría por encargo de Francesco del Giocondo, quien pidió un retrato de su esposa Lisa Gherardini. De allí vienen sus dos nombres más conocidos, Mona Lisa y La Gioconda.

Leonardo aceptaría tal encargo por la amistad familiar entre ambos núcleos familiares. Su padre Piero fue por muchos años notario de Francesco del Giocondo, por lo que eran conocidos.

Más allá de la amistad, se cree que Leonardo aceptó pintarla, ya que se trataba de una mujer poco conocida. Eso le daría una mayor libertad para representarla como mejor le convenía.

La Mona Lisa: uno de los cuadros más famosos de la historia

El atractivo y popularidad del cuadro no viene de quien sale representado en él, sino en las técnicas utilizadas por Leonardo. El paisaje detrás de la mujer, su mirada y su diminuta sonrisa son las características más estudiadas de la pintura.

Sus ojos parecen perseguir a quien observa el cuadro. Sin embargo, Leonardo no fue el primero en hacer esto en una pintura. Tal resultado es reconocido en el mundo del arte como el efecto Mona Lisa.

Por otro lado, la sonrisa, ha sido catalogada como la más famosa del mundo. Lo que hace que sea considerado un cuadro peculiar; ya que durante siglos y no se ha podido descifrar que tipo de emociones quería plasmar Leonardo en la sonrisa de La Gioconda.

Francia

En 1516 Leonardo se marcharía a Francia junto con Francesco Melzi, quien por varios años había sido su ayudante. Bajo auspicio del mismísimo Rey francés, Francisco I, Leonardo viviría en el Castillo de Clos-Lucé. Sería así que Leonardo, con más de sesenta años, saldría de Italia.

Su nuevo mecenas, el Rey Francisco I era muy diferente a los anteriores. Lejos quedarían figuras como César Borgia o Ludovico Sforza. En cierto sentido, fue el patrocinante perfecto.

Francisco I de verdad sentía admiración hacia Leonardo y sus obras. Por lo que le brindó apoyo de forma incondicional sin importar los encargos de por medio o las tareas. Tanto fue así que Leonardo recibiría el título de Primer pintor, ingeniero y arquitecto del Rey de Francia.

El Rey le aseguraría a Leonardo un pago fijo, sin importar los encargos. Además del uso del castillo Clos-Lucé. Esta residencia se encontraba muy cerca al castillo real.

Curiosidades

Algunos detalles y curiosidades sobre la vida y obra de Leonardo Da Vinci son los siguientes:

La pintura más cara del mundo de Leonardo Da Vinci

En el 2017 una popular casa de subastas en Nueva York vendería una pintura por 450 millones de dólares. Tal obra, titulada como Salvator mundi, se le es atribuida a Leonardo Da Vinci.

Al pensar en Leonardo y sus pinturas, la mayoría de las personas pensarán que las más valiosas son la Última cena o La Gioconda, pero oficialmente no es así. Aunque no existen registros en las memorias de Leonardo sobre esta pintura, especialistas se la atribuyen.

Oficialmente la pintura más costosa de la historia ha sido pintada por Leonardo. La obra consta básicamente de un Jesús de Nazaret bendiciendo. Incluso, a primera vista resulta ser algo sencilla, pero la técnica utilizada para crearla es muy compleja.

Técnica similar a la de La Gioconda, en cuanto a los ojos de Jesús, sus pupilas y la mezcla de colores con vidrio molido. Esto último lo realizaría en algunas de sus otras pinturas también. Allí radica la diferencia de la pintura, lo que le da su particularidad y atractivo, haciendo que la figura representada en el cuadro cobre vida prácticamente.

Un robot

Leonardo, en su época, empezó a vislumbrar ideas parecidas a la de la creación de un robot; Se trata del boceto de una máquina con forma humana que pudiera moverse de forma independiente.

Internamente la máquina se movería en base de poleas, cables y engranajes que se resguardarían detrás de una armadura. Con estos sistemas este prototipo de robot podría mover las piernas y las extremidades superiores. Sin embargo, Leonardo nunca empleó la palabra robot para referirse a su idea, pero la concepción de la misma no dista mucho del significado que se le da en la actualidad.

En sus últimos años en Francia, se encuentran notas sobre otras ideas parecidas. Algunas de ellas fueron máquinas que debían tener apariencia humana y moverse de forma independiente. Estas últimas ideas eran realizadas para efectos festivos y teatrales de la corte del Rey francés.

Legado arquitectónico y ecológico

Durante la Italia renacentista no existía la concienciación ecológica que existe actualmente. Aun así, las ideas de Leonardo sobre ciudades ideales y saludables significan un legado para las políticas públicas actuales que buscan combatir problemas ambientales.

Durante toda su trayectoria es común encontrar ideas y visiones acerca de cómo debía ser la ciudad ideal de la época. Más allá de edificios y calles geométricamente perfectos, la ciudad ideal debía mantener una buena relación con la naturaleza. Incluso, Leonardo pudo prever que los sistemas de drenaje en las ciudades podrían prevenir problemas de salud pública y ambientales.

En cuanto a Milán, Leonardo conoció que años antes de su llegada la ciudad había pasado por una peste que dejó huella. Entre sus ideas más sobresalientes para reformar la urbe se encontraban:

  • Dividir a la población en diez municipios.
  • No más de 30.000 habitantes por municipio.
  • Dos niveles por municipio; uno para peatones y otro para transporte y desechos.

Por tales pensamientos el Rey de Francia le encomendó diseñar los planos de una nueva capital francesa. Lastimosamente la muerte le llegó a Leonardo antes de poder materializar una idea que tenía como centro la abundante circulación de aguas por canales.

Otros inventos de Leonardo Da Vinci

A lo largo de su vida Leonardo fue un gran inventor. Leonardo diseñaría un traje de buceo. El mismo sería confeccionado por cuero y con una máscara que en su interior tendría dos tubos de caña que conducirían el aire hacia el exterior.

Por otro lado, el primer antecedente de un tanque de batalla vino de Leonardo. El artista ideó un vehículo blindado capaz de moverse estando equipado por un gran número de armas. Cañones que cubrirían los 360 grados de un campo de batalla irían en la superficie. El resto del vehículo estaría protegido por placas de metal.

Por último, el primer paracaídas de la historia data de 1783. Aun así, entre las notas de Leonardo se encuentra una idea sobre una tela de lino con medidas determinadas. Según Leonardo evitarían que un hombre sufriera daños si se tirase de una gran altura con ella. Este prototipo de paracaídas tenía un diseño triangular, distinto al redondo de los paracaídas actuales.

Llegó el fin de la vida de un genio

Leonardo Da Vinci pasaría los últimos años de su vida al servicio de la corona francesa. Organizaba celebraciones, supervisaba construcciones de ingeniería, pintaba, entre otras labores. El 23 de abril de 1519, una semana más tarde de cumplir 67 años, Leonardo estaría firmando su testamento.

Francesco Melzi, su ayudante e hijo adoptivo, se quedaría con la mayor parte de la herencia, que incluía la pensión de Leonardo. Para el momento Leonardo era un artista acaudalado, con dinero, bienes artísticos y propiedades en la península itálica.

Días más tarde, el 2 de mayo de 1519, moriría el gran hombre y genio, Leonardo Da Vinci. Murió en Francia, en el castillo en donde había pasado sus últimos días y con la atención de su hijo adoptivo Francesco y del Rey francés, quien tanto lo apreció.

Leonardo Da Vinci es un hombre que sin duda marcó toda una era. Su genio no tenía igual para su sociedad. Fue artista, arquitecto, ingeniero militar, entre otras ocupaciones que desde la contemporaneidad se le podrían atribuir.

Leonardo fue alguien que durante toda su vida nunca paró de escribir. Por lo que en sus notas se han podido encontrar todas esas pruebas e ideas que han engrandecido su figura histórica. Su obra está allí, al igual que su legado.

Referencias:

www.arteespana.com/leonardodavinci.htm

www.muyhistoria.es/h-moderna/especiales/leonardo-da-vinci-vida-y-obra

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/leonardo-da-vinci-genio-visionario_15822

www.bbc.com/mundo/noticias-48125611

www.eluniversal.com.mx/cultura/cuatro-ideas-con-las-que-leonardo-da-vinci-se-adelanto-su-tiempo


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Mou D. Khamlichi

Mou D. Khamlichi

Auther

El Doctor Mourad es un apasionado de las ciencias y muy especialmente de la que conduce al descubrimiento de nuevos medicamentos para curar enfermedades relacionadas con el sistema nervioso central (la esquizofrenia y el Parkinson) y con la oncología, tratando varios tipos de cánceres tales como el cáncer de páncreas o el cáncer estomacal. Mourad dirige el trabajo de 30 investigadores en la empresa Eurofins-Villapharma desde el año 2008. Junto con su equipo da constante apoyo a las grandes multinacionales farmacéuticas para encontrar nuevos fármacos del siglo XXI. Cualquier persona puede contactar con él a través del formulario de contacto en este sitio web o a través de su perfil profesional de Linkedin.

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