En las noches es cuando el miedo a la oscuridad no deja que los niños más pequeños puedan descansar. En la infancia es muy común tener miedo a varias cosas, sobre todo a estar solos y asociarlo a la oscuridad.
El no poder ver lo que está alrededor es lo que hace que este miedo aparezca. En muchas ocasiones también es un miedo infundado por cuentos y fantasías contadas a los niños.
Al miedo a la oscuridad se le conoce como nictofobia, cuando es un miedo sin medida y muy intenso. Si es este tipo de miedos, interfiere en la vida del niño y de todos los que le rodean.
Entre los 3 y hasta entrada la adolescencia alrededor de los 12 años es común este tipo de miedos, que se dispersan en la mayoría de los casos con los años.
Table of Contents
¿Cómo detectar el miedo a la oscuridad en los niños?
Algunos de los síntomas que se pueden ver en los niños que tienen miedo a la oscuridad son:
- Sentir nervios en ambientes oscuros.
- Llanto, gritos al momento de dormir.
- Necesitar una luz para descansar.
- Falta de apetito.
- Puede presentar dolores de cabeza, mareos, náuseas, o aumento del ritmo cardíaco.
- Mantenerse despierto toda la noche.
- Revisar constantemente armarios, debajo de la cama, las gavetas, entre otros lugares.
- Pensamientos de monstruos o de muerte.
Es bastante común este tipo de miedos, y que existan algunos de los síntomas antes nombrados. Uno de los factores que hace que aparezca el miedo a la oscuridad es que se sienten abandonados por la madre al momento de dormir.
El miedo es un reflejo de defensa en todos los seres vivos. En los niños pequeños, puede llegar a ser una conducta aprendida de una figura adulta.
Otra forma de adquirir este tipo de miedo, es por alguna experiencia que le genere trauma, malos pensamientos o recuerdos de ansiedad.
Si son sobreprotegidos, pueden crear un lazo de dependencia tan fuerte que la separación nocturna les genera angustia, por lo que asocian el miedo a la oscuridad con abandono y esto les produce el miedo.
Según las costumbres de las diferentes culturas que existen en el mundo, algunas contribuyen más a este tipo de acciones, como dejar a los niños dormir solos desde que son unos bebés.
En otras culturas, los bebés duermen con su madre incluso hasta los dos años o más. Esto no necesariamente es bueno o malo. Pero puede ser tomado en cuenta al momento de diagnosticar algún trastorno o fobia nocturna en el niño.
Además del entorno calmado que debe tener un niño a la hora de dormir, también ayuda que tenga rutinas relajantes para poder mantenerse calmado emocionalmente.
Un vaso de leche tibia, un cuento tranquilizador, un masaje dulce y que lo tranquilice, son algunas de las acciones que se pueden hacer para llevarlos a dormir tranquilos.
Qué hacer para evitar el miedo a la oscuridad
Existen tratamientos terapéuticos para los casos más extremos, que son las fobias a la oscuridad. En estos casos se debe acudir a un especialista para que designe cuál es la mejor terapia que se adecue al caso.
Terapia cognitiva
Es la que busca reemplazar los sentimientos de miedo, angustia y estrés por otros con reforzamiento positivo para el niño. Se separa el miedo a la oscuridad por sentimientos de seguridad y calma.
Relajación
Para los niños esto es algo que ayuda a mantenerse alejados de los miedos y las ansiedades que les genera la oscuridad. Puede ir acompañado de música, sonidos agradables y olores que calmen al niño.
Terapia de exposición
Esta consiste en exponer al niño directamente con su miedo a la oscuridad, en este caso, colocarlo en una habitación oscura repetidas veces, explicando por qué no debe temer, hasta que la situación de pánico desaparezca.
Todas estas terapias deben ser realizadas por personal profesional que tenga la experiencia exacta para tratar a niños pequeños. Los padres pueden colaborar para que estos casos no sean permanentes en el tiempo y se convierta en un problema para la vida de sus hijos.
- Validan el miedo haciéndoles ver que entienden su temor, que es normal sentirse así a veces y acompañarlo para que comprenda lo que pasa.
- Que tome el control de su situación, si siente miedo de algún monstruo, que sea el mismo niño que le diga que se vaya y no el padre.
- Colocarle una luz para dormir, con interruptores al alcance en todo momento.
- Comidas sanas y ligeras antes de dormir evitando que coman azúcares antes de dormir porque puede incrementar su estrés por la oscuridad.
- Juegos en la oscuridad, para minimizar las razones por las que siente miedo, que puede ser sentirse solo y vulnerable.
- Evitar las situaciones que acentúen el miedo a la oscuridad, como películas, cuentos o juegos que incrementen la ansiedad del niño.
- Mostrarles la seguridad de su hogar. Cuando hay cambio de casa puede que los niños se sientan inseguros en el nuevo hogar, es por ello que se les debe acompañar a los lugares donde pueda sentir mayor miedo.
Cómo afecta el miedo a la oscuridad a la educación del niño
Cuando un niño no duerme bien, la concentración se ve afectada al momento de estudiar. Deben tener la cantidad adecuada de sueño reparador todos los días para rendir en el colegio.
Los miedos nocturnos son una causa de insomnio en los niños, y la ansiedad que esto les genera no les permite tener la atención adecuada a las clases, ni concentrarse en mantener información nueva.
Los docentes que noten los síntomas en algún niño, deben reportarlo a los padres y profesionales psicopedagogos para que tomen el caso y realicen las acciones más beneficiosas para el alumno.
El bajo rendimiento escolar es uno de los principales síntomas de un niño que sufre de miedo a la oscuridad. Al notificar a sus padres, se puede llegar a la raíz del asunto en caso de que no sea notorio para ellos y tomen las respectivas decisiones sobre el niño.
Incluso antes de detectar este tipo de situación, se pueden realizar exposiciones sobre el tema. Es importante hablarles de por qué no deberían tener miedo a la oscuridad y que tienen personas que los ayudan, que pueden comunicar su incomodidad y serán escuchados.
0 comentarios