Para que una persona logre enamorarse, deben existir muchos factores, entre ellos la edad y los gustos personales. El amor es el sentimiento principal en el ser humano, el cual pasa por muchas facetas a lo largo de la vida.
Por lo general el primer gran amor son los padres. Existen estudios psicológicos que promueven el hecho de que se busca en la pareja las características del padre o la madre respectivamente. Algunas veces es así, y otras no tanto.
Sin embargo, el enamoramiento a tempranas edades es una posibilidad bastante común, ya que es un instinto sentirse atraído hacia personas afines a los gustos y costumbres.
También depende de cómo se les inculque a los niños los conceptos de amor, enamoramiento y cariño hacia las otras personas. Los padres deben decirles y explicarles, además de demostrarles mucho afecto, y que conozcan las diferencias.
Los valores como la amistad, el respeto, la honestidad y el compromiso se deben inculcar desde la niñez para cualquier tipo de relación con el resto de las personas que conformen su entorno, ya sea una pareja, un amigo o un familiar.
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Influencia de los padres
La relación que tienen los padres marca directamente la manera de cómo los niños y adolescentes ven las relaciones de pareja en el futuro.
En una era en la que es más común las parejas de padres divorciados que la de padres que viven juntos, es necesario tener mucho cuidado con el mensaje que dan a sus hijos con su comportamiento.
Si las relaciones que ve en su entorno representan un ejemplo a seguir para sus creencias y convicciones, entonces buscará algo similar para enamorarse y fijar su atención sentimental.
En cambio, si no le gusta el tipo de relación que ve en su ambiente familiar, será lo contrario para llenar sus necesidades y aprender a entender lo que realmente quiere.
Para que la etapa de enamoramiento en niños y adolescentes sea lo más natural y normal posible, debe haber una información segura que venga de casa.
El amor en los niños
Los niños pequeños pueden enamorarse o sentir preferencia hacia una figura materna o paterna exterior como un docente o cuidador. Así como de un compañero de clases o amigo de juegos.
Los niños imitan a los adultos que forman parte de su entorno seguro y directo, padres, hermanos mayores, familiares y maestros cercanos.
Muchas veces esto que comienza como un juego es el reflejo de lo que ven en el hogar. Buscan las similitudes de las relaciones que observan y las recrean en sus actividades y juegos con sus amigos más cercanos y especiales.
Cuando esto ocurre, puede causar alarmas en los pares, pero se debe hablar con el niño, aprovechando la ocasión para generar más confianza en cuanto al diálogo con los hijos.
Debido a los avances tecnológicos y el constante bombardeo de información que tienen a la mano los niños de todas las edades, estas inquietudes y sentimientos afloran cada vez a más temprana edad.
Los medios están saturados de datos al respecto, es por ello que se debe orientar de la manera más sencilla y segura para los niños. Especialmente los más pequeños.
Es importante no ridiculizar sus emociones, ni menospreciar lo que dicen, ya que esto les puede producir cierta vergüenza de ser comunicado y entendido. Si se les baja la capacidad de comunicar sus sentimientos desde pequeños, crecerán como adultos incapaces de crear lazos concretos con otros.
Una forma sana de hablar con los niños pequeños sobre enamorarse es decirles que los niños pequeños no tienen novias o novios, sino amigos, para no sexualizar sus mentes a tan temprana edad.
Valorar sus sentimientos los hará más seguros y se acercaran con más confianza a contar sus emociones a sus padres.
Es algo muy reiterativo enamorarse de una maestra o maestro cuando se es pequeño, ya que son una proyección del amor de padres en el colegio. En este caso es muy importante estar atento ante cualquier síntoma de abuso o maltrato, ya que los depredadores infantiles pueden estar en cualquier lado.
Los preadolescentes enamorados
Al llegar la preadolescencia las emociones se elevan a niveles impresionantes, hay mucha confusión por querer ser grande, pero aún siguen siendo niños.
Esta etapa es el inicio de una intensidad de sensaciones nuevas que deben descubrir por sí mismos. Con la orientación adecuada, no se generarán traumas o problemas emocionales que puedan desencadenar en depresiones o incluso patologías psicológicas graves.
Cuando se entra a la preadolescencia, normalmente se comienza a vivir experiencias de enamoramiento con otros chicos de la misma edad. Por lo general solo llega a tomarse de la mano, besos y algunas caricias inocentes. Esta etapa de enamorarse es una etapa de exploración.
La información que tienen a la mano, en los medios y redes sociales es directamente proporcional a lo que ellos quieren y desean vivir.
Sus gustos musicales e ídolos juveniles les influencian de manera notoria su comportamiento en el entorno donde están creciendo. Pero se debe tener la orientación adecuada por parte de los padres y toda la información al respecto para que no ocurran accidentes evitables.
Los padres tienen que colocar reglas y límites de una forma inteligente. Si se le prohíbe algo a un joven que está entrando a la adolescencia, hará exactamente lo contrario. La rebeldía hacia cualquier norma es común a esta edad.
En caso de no saber cómo manejar alguna situación, se puede recurrir a personas profesionales en psicopedagogía para recibir la asesoría necesaria. De esta manera poder canalizar las inquietudes tanto del joven como de los padres mismos.
Al igual que con los niños, se les debe demostrar confianza y no mofarse de sus sentimientos. Invitar a su novio o novia a la casa, a conocerlo, colocarles horas de llegada y acompañarlos sin invadirlos son algunas de las medidas que se pueden tomar.
Algunas personas que comienzan a enamorarse o a tener relaciones sentimentales a estas edades se quedan juntas toda la vida, pero esto no es lo más común, y en muchas ocasiones tampoco lo más sano.
Se les debe hacer notar que son bien acogidos en sus hogares, respetadas sus emociones y que pueden expresar libremente sus pensamientos sin que sean objeto de burla o crítica.
Si no se ha tocado el tema del sexo y la sexualidad con el niño, es el momento adecuado para hacerlo. De igual forma que con los más pequeños, los depredadores infantiles están en todas partes y pueden impulsarlos a hacer cosas que no quieren y hacerles mucho daño.
Se les debe enseñar a decir que no, a cuidarse y darles la fortaleza para que tengan determinación en caso de encontrarse frente a una situación de peligro.
Sentimientos de amor en la adolescencia
Los cambios físicos, emocionales y mentales que ocurren en la adolescencia pueden llevar a ser el adulto que corresponde. La familia y el ambiente en el que se desarrolla la persona influyen directamente en esto.
Las pasiones se desbordan, y los amores adolescentes son siempre de gran impacto en la vida de todos. Algunos cambian constantemente de gustos, otros se fijan solo en una persona y hasta puede llegar a la obsesión. Esta intensidad es fundamental para el crecimiento de la persona.
Es una etapa en la que se desplaza a la familia, padres, gustos de la infancia, y enamorarse es todo lo que ellos quieren. Socialmente los varones se enamoran por relaciones físicas y las chicas tienen relaciones físicas porque se enamoran.
Los padres deben estar en constante contacto con los jóvenes, aunque estos no lo deseen. No se les debe dejar solos cuando enamorarse sea una posibilidad, porque están experimentando cosas que no saben muchas veces cómo manejarlas, aunque crean que sí.
Las decepciones amorosas a esta edad son más fuertes por la explosión de hormonas y de sensaciones que se viven al máximo en la adolescencia. En caso de que esto ocurra, es importante contar con apoyo y no menospreciar sus sentimientos.
Aunque ya sea un adolescente, todavía no es una persona adulta y madura capaz de tomar todas sus decisiones. Es por ello que deben existir nuevas normas adecuadas a su edad y nivel de confianza que se tenga entre padres e hijos.
Las salidas acompañados pueden variar, ya tendrán más independencia, pero no se debe dejar de monitorear sus impulsos e inseguridades. Descubrir quiénes son al mismo tiempo que se siente timidez por los cambios que se aglomeran en la mente no es una tarea fácil.
Aunque todos los seres adultos han pasado por ese camino, solo cuando se está allí es que se vive directamente con las herramientas que cada quien tiene para enfrentar la situación.
Algunos se enamoran fácilmente y luego pierden el interés, enfocándose en otro objetivo, y así cambian constantemente. Otras personas se mantienen juntas por muchos años, crecen juntos y se consolidan en la adultez.
Siempre se espera que los sentimientos sean correspondidos, y para ello el adolescente debe saber respetar y cuidar una relación en la que está totalmente involucrado. Lo que realmente será importante al enamorarse en la adolescencia es la calidad de las emociones.
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