Jirafa

La jirafa, el animal terrestre más alto del mundo

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La jirafa es un mamífero propio de la región africana y es una de las especies más altas del mundo. Cuenta con características interesantes que puedes descubrir a lo largo de este artículo.

Esta peculiar especie puede medir varios metros de altura y, curiosamente, en épocas romanas se consideraba una mezcla de camello con leopardo. Tiene varios aspectos fascinantes de conocer y son la principal razón por la que, en este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre este animal. ¡No te lo pierdas!

Evolución y etimología de la jirafa

La primera vez que se mencionó a la jirafa fue después de que Julio César instaló a Cleopatra en Egipto. Con el paso del tiempo, este ilustre personaje dio a conocer a este mamífero, en Europa, traído desde África. En ese momento los romanos se sorprendieron al ver las características del mismo, abarrotando las calles, admirando su extraña forma.

Desde ese instante, un famoso poeta romano insistió en que las características del animal se debían a un cruce entre otras dos especies. Por ello, se dio a conocer por el nombre camellus pardalis o camello pardal, un sustantivo que duró muchos años.

Con el paso del tiempo, se descubrió que la idea principal era errónea y se sustituyó por zarafa, la cual se ha mantenido hasta la actualidad. Con ese sustantivo se le conoce en muchas regiones del mundo.

El nombre jirafa significa caminante rápido y en algunas regiones del mundo han surgido deletreos distintos. Por ejemplo, jarraf, Giraffa, gerfauntz y en el año 1.600 el sustantivo girafe se hizo presente.

Por lo descrito anteriormente, el nombre científico del animal es Giraffa camelopardalis y pertenece a la familia Giraffidae. No obstante, a lo largo del tiempo a este animal se le ha conocido por varias formas, tales como:

  • Kameelperd (afrikáans)
  • Ntegha (kinyaturu)
  • Kuri (ma’di)
  • Nthutlwa (shangaan)
  • Nudululu (kihehe)
  • Ekrii (ateso)
Jirafa

Características de la jirafa

Este mamífero cuenta con características sumamente interesantes; las detallamos a continuación:

Anatomía y morfología

Este animal puede alcanzar hasta 6 m aproximadamente de altura, desde sus patas hasta los cuernos. Curiosamente, el macho es más grande que una hembra. El primero puede llegar a pesar hasta 1,19 t, mientras que el género contrario, un promedio de 828 kg.

En cuanto a la estructura, tiene un cuerpo relativamente pequeño, aunque su cuello es bastante largo, llegando a tener una longitud de 2,4 m. Con este, puede alcanzar las hojas más elevadas de los árboles para alimentarse.

Este animal tiene piernas largas, siendo las delanteras más alargadas que las traseras. Por ello, para ingerir el líquido vital o tomar objetos bajos deben abrirlas e inclinarse. Además, esta anatomía les permite correr hasta alcanzar 35 millas por hora como media, aunque se cansan rápido; lo más interesante es el movimiento mutuo de ambas piernas del mismo lado.

La jirafa cuenta con un estómago complejo, el cual tiene 4 cámaras que les permite digerir muchos alimentos. El proceso básicamente consiste en masticarla, regurgitarla, masticarla nuevamente y, finalmente, pasarla al estómago para aprovechar sus nutrientes.

Estructura de la cabeza

Su cabeza se distingue por unos pequeños cuernos que sobresalen hacia arriba. Les ayuda a protegerse en conflictos entre la misma especie. Además, tienen un hocico alargado y ojos que se ubican en los laterales, caracterizados por ser sobresalientes, grandes y aportar visión periférica. Igualmente, sus pestañas son amplias y gruesas, y cuenta con dos párpados que ofrecen protección a sus ojos.

La jirafa presenta otros aspectos interesantes como su capacidad de distinguir colores, olores y escuchar sonidos de manera aguda. También, cuentan con la facultad de manipular los músculos nasales, lo que les permite cuidarse de hormigas y adversidades climáticas. Además, la estructura interna de la boca está protegida con un conjunto de papilas que la recubre.

Sus orejas son pequeñas, pero con forma alargada y se ubican al lado de los cuernos. Tienen un aspecto similar a la de los ciervos, pero claramente se distinguen por la estructura que define la cabeza.

Este animal tiene una lengua bastante extensa que puede alcanzar entre 45 y 50 cm aproximadamente. Además, tiene unos labios gruesos, perfectos para darle protección contra elementos cortantes que puedan ocasionarle daños, por ejemplo, las espinas de distinto grosor de las ramas de árboles.

Estructura externa

En cuanto a la estructura externa del cuerpo, se observan manchas oscuras cuyos colores pueden variar desde naranja hasta casi negro. Su pelaje suele tener una coloración crema o blanca, con la peculiaridad de que, en el género masculino, se vuelve más oscuro al envejecer.

Tienen un patrón de pelaje que les permite camuflarse entre los árboles, en combinación con la luz solar y las sombras. Bajo este contorno, se encuentran vasos sanguíneos y glándulas, perfectas para regular la temperatura del cuerpo.

La jirafa tiene una piel de color gris o similar y gruesa; esto le permite andar por el bosque o la sabana y no dañarse con arbustos espinosos o similares. Incluso, el pelaje contiene agentes químicos que funcionan como repelente de algunos mosquitos.

Este mamífero presenta una cola cuya longitud es de 1 m aproximadamente. Es lo suficientemente larga para espantar insectos molestos a lo largo del pelaje. En la punta tienen algunos pelos cortos que cumplen perfectamente con esta misión.

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Cráneo y osiconos

El cráneo de la jirafa es curioso; en ambos sexos presentan osiconos, que son las estructuras que visiblemente parecen cuernos. Estas son formaciones de tejido óseo calcificado, recubierto de piel y unidos a la anatomía del mamífero.

Con ayuda del tamaño de los osiconos se puede distinguir la edad e incluso el sexo del animal. Por ejemplo, las hembras y los jóvenes tienen cuernos delgados y un pequeño mechón de pelo; los machos tienen este último emergiendo hacia la parte delantera.

El cráneo de los machos suele tener varias protuberancias a medida que alcanzan la edad adulta. Además, estos animales presentan múltiples senos craneales, permitiendo que este sea de menor peso. Sin embargo, es tan robusto que les ayuda a ser dominantes en combate.

La jirafa tiene una mandíbula superior con paladar ranurado, no presenta dientes en la parte frontal, pero la superficie de los molares es rugosa. Esta combinación es ideal para triturar alimentos sin problemas.

Locomoción y postura

Este animal tiene un radio y cúbito de las patas frontales articulados, de forma que la estructura les permite funcionar como la muñeca humana. En cuanto a sus pies, tienen un tamaño de unos 30 cm de diámetro; la diferencia entre macho y hembra radica en que el primero tiene un casco de 15 cm de alto y la segunda, presenta un tamaño de 10 cm.

Solo puede caminar o galopar, y la diferencia es que, al correr, las patas traseras rodean las delanteras, mientras la cola se recoge para no estorbar. Lo curioso, es que la jirafa mantiene el equilibrio moviendo la cabeza y el cuello, de forma que pueda contrarrestar el impulso.

Para acostarse requiere doblar las patas delanteras primero y arrodillarse sobre estas, mientras baja el resto del cuerpo. Cuando se pone de pie, en primer lugar, se arrodilla y alarga sus patas posteriores. Después, va extendiendo las patas delanteras hacia arriba.

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Cuello

En la jirafa, el cuello es una de las partes más características y distintivas. Presenta la mayor altura vertical del mamífero y está compuesto por 7 vértebras, cada una con un alargamiento desproporcionado. Estas tienen hasta 28 cm de longitud.

En la etapa del crecimiento, después del nacimiento, el cuello empieza a alargarse. Esto es así porque, de lo contrario, las hembras tendrían complicaciones al estar embarazadas y luego para dar a luz, por la elongación excesiva de esta parte del cuerpo.

Este animal tiene una joroba producto del anclaje de largas espinas dorsales en el cuerpo. Pero a su vez, esto le permite soportar el peso de la cabeza y el cuello, así como los movimientos que se generan en estos.

Sistemas internos

Los sistemas internos de la jirafa están adaptados a su gran altura; un órgano de ejemplo es su corazón. Este puede tener un peso de hasta 11 kg y contar con una longitud de 61 cm. Está capacitado para generar el doble de la presión sanguínea que necesita un ser humano, de modo que pueda alcanzar el cerebro sin problemas.

La pared del corazón puede tener hasta 7,5 cm de grosor, presentar 150 latidos por minuto, logrando que este animal tenga grandes palpitaciones. Incluso, para regular la presión sanguínea, el mamífero tiene un rete mirabile, es decir, una compleja red de arteriolas y vénulas; la principal función es prevenir el elevado flujo de sangre en el cerebro cuando la jirafa se agacha o baja la cabeza.

Su sistema sanguíneo es tan complejo que tiene, por lo general, siete válvulas que previenen el flujo de sangre hacia el cerebro. Provienen de las venas que transportan la sangre del resto del cuerpo y solo se cierran cuando el animal baja la cabeza.

Además de lo descrito, los vasos sanguíneos que se encuentran en las patas están bajo gran presión. Anatómicamente, la piel es más gruesa y apretada, previniendo la sangre excesiva en estas extremidades.

Este mamífero tiene unos músculos esofágicos fuertes que complementan el proceso de digestión de los alimentos explicados en párrafos anteriores. Además de su estómago adaptado, tiene unos intestinos que pueden alcanzar una longitud de 80 m, junto a un hígado compacto y muy pequeño.

Hábitat de este mamífero

La jirafa habita principalmente en África, en áreas boscosas, sabanas, praderas y campos. Se distribuyen de manera dispersa, desde el Chad hasta la región sudafricana e incluso, desde Níger hasta Somalia.

Son sociables y suelen cohabitar en manadas de entre 15 y 20 mamíferos. Generalmente, no se observan con menos de esa cantidad de ejemplares. Además, mayormente los grupos se forman por varias hembras y dos machos de mediana edad.

La cría suele estar con su madre durante un año, después de pasar este tiempo se aleja y rota de manada. Lo más interesante es que no tienen problemas de reconocimiento entre ellas mismas.

En su hábitat, se suelen observar peleas entre los machos para ocupar el puesto de líder. Generalmente, se dan golpes en el cuello y cabeza hasta que alguno pierda o caiga. Después de ello, el ganador ocupa su puesto y orienta a los miembros de la manada.

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¿Cómo se reproducen las jirafas?

La reproducción de la jirafa es particularmente curiosa y consiste en el apareamiento de un macho, de bastante edad, con una hembra fértil. Para ello, aquel evalúa la fertilidad probando la orina de esta, mediante la respuesta de Flehmen; esta consiste en un movimiento de retracción de los labios que facilita la transferencia de químicos.

Los machos prefieren hembras que no sean tan jóvenes ni tan mayores y al detectar a cualquiera en celo puede proceder a cortejarla. En este proceso, son dominantes e intentan alejar al resto del grupo. Aquí puedes escuchar algunos sonidos en forma de toses fuertes, sobre todo cuando la cortejan.

Durante el apareamiento, el macho se monta sobre la jirafa hembra en su parte posterior y se apoya en los flancos de esta. Se trata de la posición que adoptan típicamente algunos mamíferos. En este caso, se observa al macho mover la cabeza hacia arriba y mantenerse en esa posición de forma silenciosa.

Proceso de gestación

El proceso de gestación de la jirafa puede durar hasta 15 meses y en este nace solamente una cría. Al momento de dar a luz, la hembra lo hace estando de pie y cuando el bebé cae al suelo se rompe el saco embrionario.

La cría suele medir hasta 1,8 m y un dato curioso es que, a pocas horas de haber nacido, es capaz de correr. No obstante, pasa la mayor parte del tiempo cerca de su madre, recostada y protegida; este proceso suele durar unas 2 semanas.

Aunque la cría tenga pocas horas de haber nacido, es casi indistinguible de aquellas que ya tienen más de una semana de edad. Además, después de las 2 semanas pasan tiempo escondiéndose y en esto les ayuda su patrón de pelaje, el cual resulta un camuflaje perfecto.

Cuidados parentales

Una característica interesante de la jirafa cuando tiene cría es que se agrupa con otras similares, moviéndose juntas. A pesar de ello, algunas madres pueden dejar a otras jirafas a cargo de sus crías mientras se alimentan o beben agua en otro sitio. En este caso, los machos no poseen grandes interacciones con sus hijos, aunque sí suelen ser amistosos.

Como las crías están en riesgo de depredación al nacer, su madre puede permanecer encima de estas protegiéndola de los depredadores. Si alguno se le acerca, pueden dar patadas. Además, cuando las hembras observan algún peligro, solamente alertan a sus retoños, aunque otros pueden darse cuenta y seguirla.

Los terneros suelen alimentarse de sus madres hasta máximo un año. En el caso de las hembras, llegan a su madurez sexual a los 4 años, mientras que los machos lo hacen entre los 4 y 5 años. No obstante, estos últimos deben alcanzar los 7 años para empezar a copular.

Alimentación de la jirafa

Este mamífero lleva una alimentación basada en hojas de los árboles e incluso ramas con espinas, ya que su estructura bucal está preparada para resistirlas. Además, gusta de alimentos frescos y jugosos y, en caso de consumirlos, puede pasar bastante tiempo sin tomar agua. Sin embargo, cuando llega la época de sequía camina varios kilómetros para beber agua de charcas y pantanos.

La jirafa prefiere la Acacia como alimento favorito. Se trata de un árbol originario de la sabana africana. Este animal es muy selectivo con su alimentación, aunque no tiene problemas para adaptarse a otros entornos alimentarios. Por ello, se puede alimentar de otros árboles y hierbas.

Tiene la peculiaridad de pasar entre 16 y 20 horas alimentándose. No es para menos, sus 4 estómagos así lo requieren, hasta el punto de alcanzar los 65 kilos de vegetales en un día. Pese a ello, su proceso digestivo puede tardar algunas horas.

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¿Cómo se comportan las jirafas?

La jirafa es un animal gregario, por ello, le gusta reunirse en manadas para andar por terrenos abiertos o boscosos. Generalmente, se les observa en agrupaciones de hembras emparentadas o en grupos de machos mayores no emparentados.

Este mamífero es tímido, no suele enfrentarse a los depredadores a menos que sus crías estén en peligro o acorraladas. En este caso, dan patadas mortales a sus enemigos. Además, es fácil que descubra un potencial peligro antes de que sean atacadas, por su gran altura.

Cuentan con un sistema rudimentario de mugidos para alertar en caso de peligro, sobre todo cuando no está emparentada. Igualmente, un sonido similar les permite ubicar a sus terneros si los han perdido de vista, según sea el caso.

Enemigos naturales

Los principales enemigos de la jirafa son los leones y, aunque no suelen enfrentarlos, cuando se trata de una manada es posible que no salgan ilesas. Estos felinos las atacan por la parte trasera, se montan sobre el lomo, las arañan y muerden, ocasionando severas heridas. Al mismo tiempo, otros depredadores de la misma especie clavan sus colmillos en las patas para derribarlas.

Uno de los momentos idóneos para atacar a una jirafa es cuando está tomando el líquido vital o recostada. Esto es porque el cuello queda a la altura perfecta para debilitarlas y herirlas mortalmente con un solo ataque. No obstante, estos mamíferos se turnan para tomar agua y evitar estos fatales desenlaces.

Los cocodrilos también representan una amenaza, sobre todo cuando se acercan a las lagunas o el mar. Suelen morderlas y desequilibrarlas hasta llevarlas al agua y completar el trabajo.

También son depredadores los leopardos, perros salvajes y las hienas, ya que son carnívoros. Aunque suelen atacar más a los recién nacidos o animales jóvenes por no tener la fuerza, velocidad ni altura para enfrentarse a los ataques.

Curiosidades sobre la jirafa

Este animal terrestre es uno de los protagonistas fascinantes de la sabana africana. Junto con el Okapi, forman parte de las únicas especies de la familia Giraffidae. Por ello, aquí te indicamos algunas de las curiosidades más destacadas sobre este mamífero.

En peligro de extinción

A lo largo del tiempo estos animales han sido cazados y perseguidos para extraer su carne, piel y algunas partes corpóreas; el objetivo de esto es diseñar productos para los humanos, por ejemplo, carteras, zapatillas, adornos, ropa, entre otros.

En la actualidad, la jirafa se considera una especie vulnerable, no solo por lo mencionado, sino también por la reducción de su hábitat natural. Todas estas son grandes amenazas a las que se enfrenta este mamífero y sigue siendo un riesgo a medida que pasa el tiempo.

Aunque algunas organizaciones le han otorgado protección a este animal, aún hoy sigue siendo perseguido y cazado. El número de individuos en África se ha reducido sustancialmente en los últimos 30 años. Según la UICN, se estima que quedan menos de 100.000 mamíferos en libertad.

Incluso, este animal cuenta con un Día Mundial de la jirafa en honor a la protección de la especie. Se trata del 21 de junio y es un evento anual iniciado por la Fundación para la Conservación de las Jirafas. El objetivo es captar la atención de todas las personas sobre esta especie.

¿Son solo de África?

Las jirafas tienen su población más concentrada en África, pero muchos especialistas sugieren que las primeras especies crecieron en regiones de Europa. Esto pudo ocurrir hace 8 millones de años y lograron entrar a la región africana a través de Etiopía.

Un estudio publicado en Transactions of the Royal Society of South Africa indica que algunas especies que se trasladaron a regiones africanas prosperaron en mejor medida. Quienes lo hicieron hacia Asia tuvieron menos suerte y, posiblemente, murieron millones de años después.

Peculiares al dormir

La jirafa puede dormir en cautiverio de forma intermitente y al hacerlo logra descansar hasta 4,6 horas al día, especialmente por la noche. Suele descansar acostada, pero hay casos en los que duerme de pie, sobre todo si tiene edad avanzada.

Este animal tiene fases breves de sueño profundo; estas se notan por la peculiaridad de doblar el cuello hacia la parte posterior descansando la cabeza sobre la cadera o el muslo.

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Genética de la Jirafa

Este mamífero parece haber evolucionado por las modificaciones en los espacios arbóreos de los bosques, principalmente por la combinación de arbustos y sabanas. En este ambiente, los antepasados de estos mamíferos podían llegar hasta las hojas de los árboles más elevados.

Gracias a este proceso de evolución, la jirafa puede estar más segura en comparación con otros animales. Su altura le permite ver el peligro desde mucho antes, como lo explicamos a lo largo de este artículo.

Hipótesis evolutivas

Existen dos principales hipótesis sobre el origen evolutivo de la jirafa y su relación con la elongación del cuello. La primera, es llamada hipótesis de la competición entre ramoneadores, originalmente propuesta por Charles Darwin. En esta se sugiere que la competitividad entre ramoneadores chicos, como el steenbok o kudu, pudo alentar el crecimiento del cuello en este animal.

Pese a que la hipótesis anterior es una ventaja real, algunos científicos no están de acuerdo con ella. Algunos expertos mencionan que existe una alta tasa de mortalidad en sequías en comparación con las contrapartes de cuellos más cortos.

La segunda teoría aborda la selección sexual de la jirafa y sugiere que tiene una característica sexual secundaria. De esta forma, los machos pueden tener una ventaja en los combates y en el establecimiento del dominio con rivales. Con esto, pueden llamar la atención de las hembras receptivas sexualmente.

No obstante, esta teoría ha sido objetada principalmente porque las hembras también tienen el cuello largo. Aunque los machos tienen mayor peso en esa área y una elongación más extensa.

Tiene un pariente cercano

Este mamífero tiene un pariente muy cercano llamado Okapi que en la actualidad habita en espacios arbóreos de la República Democrática del Congo. Esta especie tiene gran parecido con la jirafa, pero la elongación de su cuello es menor. Incluso, puede representar hasta un 33% de la columna vertebral de este animal.

El Okapi cuenta con osiconos cubiertos de piel, una boca especializada y estómago con 4 cámaras; además, en esta especie el macho es quien tiene los cuernos.

No suelen nadar

Debido a la altura de la jirafa y la forma general del cuerpo, a simple vista se pensaría que no le permite moverse en el agua. Durante un largo tiempo se pensaba que estos animales simplemente no eran capaces de nadar.

A pesar de ello, algunos estudios como el realizado por el científico y paleontólogo Darren Naish, evidenciaron lo contrario. Para su demostración, el especialista en modelos informáticos, Donald Henderson, pudo desarrollar un modelo por ordenador. En el experimento ambos profesionales descubrieron datos interesantes.

El estudio anterior pudo demostrar que no era imposible que la jirafa nadara. Pese a ello, aún se cree que tal escenario se puede observar posiblemente en caso de que el animal estuviera en peligro. En tal caso su cabeza puede quedar cerca de la superficie, pero lucharía un poco para respirar.

Tipos de jirafas existentes

Existen 4 especies de este mamífero y es un descubrimiento relativamente temprano. Estos hallazgos se dieron en el 2016, momento en el que muchos pensaban que solo existía una especie.

Los estudios se hicieron a nivel genético en subespecies de la jirafa en el continente africano. Estas están diferenciadas y no suelen aparearse entre sí, según lo indica Axel Janke, investigador del Centro de investigación Senckenberg.

Este animal ha sido explorado de manera incompleta y, por ello, no se ha entendido bien su biología. Sin embargo, el estudio de relación genética concluye estas subespecies:

  • Giraffa giraffa: conocida como la jirafa del sur; esta incluye 2 subespecies, Giraffa giraffa giraffa y Giraffa giraffa angolensis.
  • Giraffa camelopardis: llamada como el mamífero del norte, la cual incluye 3 subespecies, Giraffa camelopardalis antiquorum (jirafa de Kordofán); así como, Giraffa camelopardalis peralta (jirafa nigeriana) y Giraffa camelopardalis camelopardalis (jirafa Nubiana).
  • Giraffa reticulada: conocida como jirafa reticulada.
  • Giraffa tippelskirchi: llamada jirafa masai.

Estas clasificaciones se adoptaron por la Giraffe Conservation Foundation; señalando que el estudio se basó en más de 1.000muestras de ADN.

La lengua es muy resistente

La lengua de la jirafa tiene una coloración negra y su longitud es de 50 a 55 cm aproximadamente. Gracias a esto, puede alcanzar hojas elevadas cuando sobrepasan la altura de su cuerpo. Sin embargo, un punto interesante es su resistencia, ya que es fuerte.

Tiene capacidad de envolver grandes ramas y arrancarlas solo con la lengua. Además, puede quebrar espinas de gran diámetro. Por otro lado, es muy manejable y, gracias a esto, puede manipularla para limpiar el área de su rostro.

Las especies de las jirafas se pueden diferenciar

Entre las especies de este animal se pueden notar algunas diferencias, tanto en la jirafa reticulada como en la masai. En este caso, los parches de la segunda especie son más oscuros y de menor diámetro, mientras que la reticulada tiene una coloración marrón y anaranjado.

También se nota una separación distintiva entre los parches de las jirafas anteriormente mencionadas. Por ejemplo, la especie masai tiene líneas de color marrón claro, mientras que la jirafa reticulada presenta líneas blancas.

Al nacer son altas y veloces

Cuando una jirafa nace, ya tiene una elongación del área del cuello que le permite alcanzar 1,8 m de altura respecto al humano adulto promedio. Además, la mayoría de recién nacidos pesan unos 100 kg.

Algo curioso es que, al nacer, estos animales empiezan a caminar unas 10.000 veces más rápido que el humano. Esto se debe a que sirven de presa a muchos depredadores, por ello, la energía está concentrada en desarrollar los músculos.

La jirafa puede tararear al dormir

En 2015, un equipo de biólogos halló evidencia de estos mamíferos tarareando por la noche. Aunque se desconocía sobre este sonido, la investigación determinó que son ricos en estructura armónica, continua y profunda. Pese a no dejar claro si era una forma de comunicación, los autores especularon que podría ser una llamada de alerta al anochecer.

No existen dos jirafas similares

Según se ha descrito a lo largo de este artículo, las jirafas tienen características interesantes, sobre todo por la altura del cuello, manchas, etc. Aunque estos animales a simple vista pueden ser parecidos, la verdad es que no lo son.

La jirafa tiene un patrón de manchas único, no solo en cada especie, sino en cada animal. Es un beneficio para los estudiosos que quieren identificarlas en estado salvaje o cautiverio. Se trata de una relación compleja y de la cual los científicos aún no tienen tanta información.

Las manchas varían mucho en tamaño, forma, color y separación. Algunas pueden ser redondeadas, otras simplemente elípticas casi completas y, en otros casos, se encuentran lobuladas o dentadas. Además, estos patrones en la jirafa no suelen modificarse mientras el animal entra en la vejez.

Un estudio interesante señala que las manchas de estos animales se pueden transmitir entre generaciones. Este informe, liderado por Derek Lee, sugiere que la supervivencia de estos animales en su fase juvenil se relaciona con el patrón. Estos datos han ayudado a los científicos a estudiar mejor las manchas de los animales salvajes.

Las manchas sirven como camuflaje

Aunque ya habíamos descrito que las manchas ayudan a evadir a los depredadores, lo cierto es que pueden afectar la sobrevivencia y reproducción de la jirafa. Algunos estudios han revelado que estos animales recién nacidos de manchas más grandes tienen una mejor tasa de supervivencia en la fase de nacimiento.

Lo anterior refleja que el patrón de manchas, junto a su forma y características, puede significar un mejor camuflaje. Aunque, también se ha determinado que puede tener relación con la comunicación a nivel visual de este animal.

¿Cuánto puede vivir una jirafa?

La esperanza de vida de este animal depende de 3 factores: clima, tamaño y alimentación. De esta forma, la jirafa que vive en un ambiente salvaje puede alcanzar hasta 25 años de vida. Esto se debe a que se exponen a los depredadores naturales desde su nacimiento.

Una jirafa criada en cautividad tiene una esperanza de vida de 35 años, en promedio. Claro, solo si suele recibir atención médica cuando lo necesita y se le ayuda a combatir y prevenir enfermedades.

¿Existen las jirafas enanas?

La respuesta es afirmativa, pero se trata de un trastorno poco conocido de los animales salvajes. Por ello, el hallazgo documentado en Uganda y Namibia, en el que se encontraron 2 jirafas enanas, no es más que un problema morfológico.

De acuerdo a los estudios de la Fundación para la Conservación de las Jirafas, no se trata de otro espécimen; es un trastorno conocido como displasia esquelética. En este, los huesos del cuerpo tienen problemas para crecer y desarrollarse normalmente.

Lo más interesante es que este trastorno no suele verse con frecuencia en la jirafa. Por ello, en su momento, los 2 especímenes documentados causaron revuelo entre la comunidad de científicos. Ambos ejemplares tenían huesos metacarpianos, cuellos más largos de lo común y, en uno de los casos, una falange de 21 cm.

Los conservacionistas conocidos como Emma Wells y Michael Butler hicieron un seguimiento detallado de los ejemplares documentados. Se encargaron de analizar las particularidades morfológicas con ayuda de datos fotográficos y el entorno salvaje. Al medir y comparar las proporciones durante al menos 2 años pudieron concluir que se trataba del trastorno explicado.

La jirafa, un mamífero interesante

Este mamífero propio de África es uno de los animales más altos de las especies terrestres que existen hoy en día. Como explicamos a lo largo de este artículo sus características son bastante llamativas y una de las más resaltantes es la elongación de su cuello.

También se caracteriza por ser artiodáctilo, es decir, es de los ungulados cuyas extremidades tienen un número par de dedos. Esto resulta muy interesante en este animal, pese a tener un gran tamaño. No obstante, su estructura morfológica le presta el apoyo suficiente para soportar el peso necesario.

Aunque todavía se está estudiando la evolución de la jirafa y las características que la hacen peculiar, hay muchos datos que sí se conocen; como los mencionados en este artículo. Por ejemplo, hábitat, forma, estructura morfológica, entre otros.

Para finalizar, la jirafa es un animal que ha sobrevivido un largo periodo evolutivo y, a pesar de estar en peligro de extinción, aún se encuentra entre nosotros.

Referencias:

www.nationalgeographic.com.es/animales/jirafa

www.hogarmania.com/mascotas/otras/mas/jirafa-mamifero-alto-mundo.html

www.oasysparquetematico.com/jirafas/#:~:text=La%20jirafa%20es%20el%20animal,mezcla%20de%20camello%20y%20leopardo.

www.giraffeworlds.com/es/datos-sobre-jirafas/

www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/actualidad/hay-especies-jirafas-africanas-solo-una_10675


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Mou D. Khamlichi

Mou D. Khamlichi

Auther

El Doctor Mourad es un apasionado de las ciencias y muy especialmente de la que conduce al descubrimiento de nuevos medicamentos para curar enfermedades relacionadas con el sistema nervioso central (la esquizofrenia y el Parkinson) y con la oncología, tratando varios tipos de cánceres tales como el cáncer de páncreas o el cáncer estomacal. Mourad dirige el trabajo de 30 investigadores en la empresa Eurofins-Villapharma desde el año 2008. Junto con su equipo da constante apoyo a las grandes multinacionales farmacéuticas para encontrar nuevos fármacos del siglo XXI. Cualquier persona puede contactar con él a través del formulario de contacto en este sitio web o a través de su perfil profesional de Linkedin.

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